El Banco de España advierte de “elevados riesgos y vulnerabilidades” para las familias que dependen a la hostelería y el transporte
El supervisor avisa de que una remontada de los tipos de interés por la inflación elevaría la morosidad y depreciaría el valor de activos
“La situación macrofinanciera de la economía española ha mejorado desde la publicación del último Informe de Estabilidad Financiera (IEF) [el pasado mes de abril]; sin embargo, las vulnerabilidades y los riesgos permanecen todavía en niveles elevados” para el sistema financiero. Esa es la conclusión del Banco de España en el IEF correspondiente al otoño de 2021, publicado este jueves.
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“La situación macrofinanciera de la economía española ha mejorado desde la publicación del último Informe de Estabilidad Financiera (IEF) [el pasado mes de abril]; sin embargo, las vulnerabilidades y los riesgos permanecen todavía en niveles elevados” para el sistema financiero. Esa es la conclusión del Banco de España en el IEF correspondiente al otoño de 2021, publicado este jueves.
El temor es que “una recuperación de la actividad más lenta de lo esperado o el aumento de los costes de financiación podrían dar lugar a incrementos significativos del crédito dudoso en estos segmentos de hogares y empresas más vulnerables”. Y los cita: los sectores donde todavía la recuperación tras la pandemia es incompleta y están más afectados son “hostelería, transporte y fabricación de automóviles”, que son los que “han acumulado los mayores incrementos de deuda bancaria y también del crédito dudoso”. “Estos sectores concentran asimismo los mayores deterioros latentes de la cartera de préstamos bancarios”, afirma el supervisor. Y concluye que “hay que seguir manteniendo una estrecha vigilancia del sistema financiero, ya que las vulnerabilidades se mantienen elevadas”.
El organismo presidido por Pablo Hernández de Cos advierte de que “los hogares más vinculados al empleo en sectores más afectados por la crisis sanitaria y aquellos de menor renta, se han beneficiado en menor medida de la recuperación y son más vulnerables”. El supervisor observa también que las familias con más dificultades presentan también un comportamiento diferente a la hora de endeudarse. “Una recuperación de la actividad más lenta de lo esperado o el aumento de los costes de financiación podrían dar lugar a incrementos significativos del crédito dudoso en estos segmentos de hogares y empresas más vulnerables”, alerta.
Entre las vulnerabilidades que pueden afectar a la banca se resalta también “una posible subida acelerada de los tipos de interés que incrementaría el precio de la deuda”, reduciendo la rentabilidad de las carteras. Entre los riesgos, apunta que una situación con tipos más altos por tensiones inflacionistas alejaría inversores de la Bolsa, con la consiguiente caída del valor de empresas cotizadas y de los activos financieros.
El Informe de Estabilidad Financiera admite la mejora significativa de la situación por el avance en la vacunación de la población. “La efectividad de las medidas implementadas por las autoridades para mitigar el impacto de la pandemia han permitido que la actividad haya ido recuperándose progresivamente”, lo que ha contenido hasta ahora la morosidad, apunta el documento.
Los sectores más afectados, peor que en 2019
No obstante, recuerda que “los sectores más afectados por la crisis sanitaria se sitúan todavía claramente por debajo del nivel de 2019″. Advierte de que “existen deterioros latentes cuya materialización dependerá de la evolución de la economía y del ritmo de retirada de las medidas. En este contexto, la rentabilidad bancaria se ha recuperado hasta los niveles prepandemia, si bien esta era reducida en comparación con otros sectores y geografías”.
El documento achaca el aumento de la rentabilidad de las entidades bancarias en 2021 al descenso de las dotaciones a provisiones por deterioros financieros que realizaron el año pasado y a la falta de resultados extraordinarios negativos registrados en 2020. No obstante insiste en su “debilidad” en este campo por la mala situación de algunos sectores y porque la rentabilidad de los bancos en España no es tan elevada como en otros países.
El fantasma de la morosidad, gran temor siempre de los supervisores, está presente en el Informe. Recuerda que “pueden existir deterioros latentes en las carteras de crédito que podrían materializarse en los próximos trimestres y reducir la generación de resultados del sector, lo que debilitaría en mayor medida la capacidad de intermediación de aquellos bancos con un menor nivel de solvencia”.
Bajada de precios en hipotecas a tipo fijo
En este sentido, Ángel Estrada, director general de Estabilidad Financiera, Regulación y Resolución, explicó durante la presentación del documento, que algunos bancos habían reducido sus provisiones en sus filiales de fuera del extranjero mientras que las mantienen en España. “Creo que es prudente mantener las provisiones porque todavía existen riesgos latentes en las carteras y no se ha reflejado todo el impacto de la crisis”.
Hasta ahora, la morosidad de los créditos avalados por el ICO es del 2%, si bien están bajo vigilancia especial el 16% de los préstamos concedidos, ocho puntos porcentuales más que en la anterior lectura. “Los créditos en vigilancia especial, que anticipan mayores probabilidades de impago con respecto a aquellos en situación normal, aumentaron notablemente (un 53%) en los últimos doce meses”, indica el Informe.
La cifra de los créditos vigilados es mayor en el caso de las empresas, que suman 58.000 millones, que en el de los particulares, que asciende a 35.000 millones. En total, 93.000 millones que están al corriente de pago pero en riesgo de convertirse en morosos, según el supervisor.
En cuanto al sector inmobiliario, Estrada descartó cualquier tipo de burbuja. “El precio de la vivienda crece a un promedio del 3%, una tasa moderada en relación con la inflación, con más demanda de las casas unifamiliares porque se prefieren tras la pandemia”. También afirmó que no se estaba relajando la concesión de créditos en relación con el valor de la vivienda ni la renta del hipotecado. Sin embargo, alertó de una bajada de los márgenes en las hipotecas a tipo fijo, “algo reciente que estamos analizando, aunque hasta ahora no vemos señales de alarma”.
En relación con el cambio climático y el sector inmobiliario, el Banco de España ha concluido que la zona del Mar Menor es un ejemplo de cómo afecta esta situación a los precios. El informe compara los precios de viviendas en playas de alrededor, con subidas de hasta el 40%. Sin embargo, en los pisos junto al Mar Menor, los precios se han estancado.
Los desafíos de la banca siguen vigentes
Y añade que la pandemia “no ha hecho más que confirmar la necesidad de abordar los desafíos estructurales que ya existían en el sector bancario y en otros segmentos del sistema financiero. En particular, la generación de volumen de negocio rentable en un entorno de tipos de interés bajos, la creciente competencia de empresas tecnológicas, el incremento de los ciberriesgos y los potenciales efectos negativos asociados a los riesgos climáticos”. Sobre este último capítulo, su análisis es que no tomar medidas ahora supondrá sufrir más costes en el futuro, como apuntó Ángel Estrada, director general de Estabilidad Financiera, Regulación y Resolución.
En los aspectos macroeconómicos, el supervisor recuerda que una moderación significativa de la deuda pública en el medio plazo “requerirá la eliminación del componente estructural del desequilibrio de las cuentas públicas, tal y como establece la normativa europea y, en ausencia de un plan de consolidación adecuado, el nivel de endeudamiento podría mantenerse en niveles elevados durante un periodo amplio”.
Y añade que durante ese proceso, “el elevado nivel de deuda pública alcanzado hace a la economía española vulnerable ante el posible deterioro de las condiciones de financiación y reduce la capacidad de respuesta ante la materialización de riesgos”.