Calviño rebaja la contundencia de Sánchez y evita referirse a la derogación de la reforma laboral
La vicepresidenta económica asegura que hasta el momento solo se han producido “contactos preliminares” en el marco del diálogo social, y Sordo le replica: “se lleva negociando bastantes meses”
La vicepresidenta económica, Nadia Calviño, ha participado este jueves en la jornada inaugural del 12º Congreso Confederal de CC OO, y en declaraciones a los medios se ha referido al estado actual de las negociaciones en las que se dirime la derogación de la reforma laboral, per...
La vicepresidenta económica, Nadia Calviño, ha participado este jueves en la jornada inaugural del 12º Congreso Confederal de CC OO, y en declaraciones a los medios se ha referido al estado actual de las negociaciones en las que se dirime la derogación de la reforma laboral, pero sin llegar a utilizar ese término. “Tenemos todos el interés en tener cuanto antes ese acuerdo y abordar esta reforma porque necesitamos tener un marco adecuado para encauzar la creación de empleo que se puede derivar de esta fase expansiva”, ha comentado. Lo curioso, sin embargo, no es tanto que Calviño no emplease la misma terminología que la del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez ―que participó telemáticamente en el encuentro―, durante el último congreso del PSOE, sino que calificase como “contactos preliminares” los encuentros mantenidos hasta el momento en el marco del diálogo social sobre esta materia. Unai Sordo, que saldrá reelegido como secretario general de CC OO el sábado, a la conclusión del congreso, negó esta afirmación y señaló que la negociación se extiende ya por “varios meses”.
En lugar de acuñar el verbo “derogar”, Calviño utilizó el de “emplazar” para “superar el debate entre reformas y contrarreformas”. “Toca trabajar mirando al futuro y abordar un paquete equilibrado de cambios que modernice nuestro mercado laboral, que lo europeíce y nos permitan dejar atrás esas lacras y lastres tan negativos desde el punto de vista de la precariedad laboral y que afectan especialmente a los jóvenes”, indicó la vicepresidenta.
En cuanto al marco temporal en el que discurren las negociaciones para la modificación del marco normativo laboral actual, vigente tras la última reforma del PP en 2012, Calviño descubrió que “en las próximas semanas el Gobierno tiene que empezar a trabajar con los agentes sociales en la reforma laboral, después de que se hayan mantenido encuentros y contactos preliminares”. Según explicó después, es “evidente que el mercado laboral español arrastra un conjunto de problemas estructurales”, y que entre las medidas a abordar para su corrección está “la simplificación de los contratos laborales, reducir la temporalidad excesiva, modernizar la negociación colectiva, regular adecuadamente las subcontratas y establecer un mecanismo de flexibilidad y estabilización del empleo que nos permita tener la necesaria flexibilidad interna de las empresas, pero sin la destrucción de empleo”.
Las palabras de Calviño rebajando la intensidad de las distintas aproximaciones que se han trasladado a la mesa de modernización del mercado laboral ―la última propuesta que presentó Trabajo fue la de limitar a un 15% el máximo de contratos temporales dentro de una misma empresa― sorprendieron a Sordo. “Esto lleva negociándose bastantes semanas y bastantes meses”, contestó a preguntas de los medios el líder de CC OO. Incluso llegó a comentar que la nueva reforma laboral “ya estaba muy avanzada antes de que llegase la pandemia”. Los dos, sin embargo, no consideraron necesario ampliar el plazo negociador ―el compromiso con Bruselas obliga a resolver la reforma laboral antes de final de año― a pesar de que resten para ello menos de dos meses. “Un mes y medio da para mucho, y si hace falta que nos reunamos siete días a la semana nosotros lo haremos”, adelantó Sordo.
Estas discrepancias no fueron las únicas que protagonizaron ambos durante este jueves. Preguntada por si el Gobierno baraja ya implementar una senda de crecimiento del salario mínimo interprofesional (SMI), Calviño recordó que los actuales 965 euros repartidos en 14 pagas se corresponden con 1.125 euros al mes en 12 pagas, “que es el indicador que se usa en las comparaciones europeas”, y que, por tanto, ya supera los 1.000 euros mínimos que reclaman los sindicatos. Frente a esta afirmación, Sordo ha recordado que el compromiso del Ejecutivo es asimilar el SMI al 60% del salario medio en 2023, y que para ello “da igual que se divida en 12 ó 14 pagas”.