Los hosteleros en el MWC: “Facturábamos un millón en el Mobile. Este año, cero”

El tradicional halo de riqueza del congreso de móviles pasa de largo en restaurantes y ‘caterings’ de Barcelona

Una terraza vacía este martes en la Rambla Catalunya de Barcelona.Albert Garcia (EL PAÍS)

En Barcelona no se respira estos días ambiente afterwork después del Mobile World Congress. En las ediciones prepandémicas fiestas, banquetes, y generosos caterings en eventos vespertinos de tecnológicas y operadoras llenaban la ciudad de un dinamismo que las empresas suministradoras de comida y eventos celebraban por su magnitud. El restaurante Nuba, que en anteriores ediciones había acogido encuentros de compañías como Samsung, ...

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En Barcelona no se respira estos días ambiente afterwork después del Mobile World Congress. En las ediciones prepandémicas fiestas, banquetes, y generosos caterings en eventos vespertinos de tecnológicas y operadoras llenaban la ciudad de un dinamismo que las empresas suministradoras de comida y eventos celebraban por su magnitud. El restaurante Nuba, que en anteriores ediciones había acogido encuentros de compañías como Samsung, estaba cerrado ayer y el lunes por descanso semanal. “No hemos tenido peticiones de ningún grupo”, explica la directora del local ubicado en Sarrià-Sant Gervasi, Matilde Hernández.

En la ciudad no se percibe el clásico ambiente ‘afterwork’ del congreso
En la ciudad no se percibe el clásico ambiente ‘afterwork’ del congreso

Uno de los proveedores oficiales de catering del Mobile, Food & Mambo, no ha podido rescatar a ninguno de sus 40 trabajadores del ERTE en el que llevan meses. No han recibido ningún encargo del congreso: “Facturábamos un millón de euros en el Mobile. Este año, cero”. El fundador de la empresa, Oscar Alsina, interpreta que más que por las medidas sanitarias de la comida —afirma que se podría garantizar su seguridad— la falta de trabajo se debe a la ausencia de grandes firmas en el Mobile. “En los stands y cócteles de compañías como Lenovo o Intel a lo mejor dabas de comer a 200 personas al día y este año no han venido”, afirma Alsina, que opina que las empresas evitan riesgos en tiempos de pandemia y que serán los eventos privados como bodas los primeros que reactivarán su sector. Huawei, que sí está en el Mobile, no ha organizado este año ningún afterwork, detallan fuentes de la compañía.

La ‘app’ de reservas TheFork registra una actividad como la de la semana pasada
La ‘app’ de reservas TheFork registra una actividad como la de la semana pasada

Hora y media después de la primera jornada del congreso en un bar de tapas de plaza Cataluña solo dos hombres en una misma mesa tenían aspecto de congresista. “No, no hemos ido al Mobile”, asegura uno de ellos. El local, ubicado en una plaza que normalmente se contagiaba del espíritu techie hasta con montajes en su centro de alguna marca, tenía mesas vacías. Bajando por La Rambla, donde ahora lucen numerosos carteles de inmobiliarias en locales con la persiana bajada, hasta se veían terrazas completamente vacías. El restaurante CentOnze, ubicado en el Hotel Meridien, es normalmente carne de asistente al Mobile. El responsable de sala, Raúl Sánchez cuenta que si en anteriores ediciones lo tenían todo lleno este año no llegan ni al 25% de la actividad. La mayoría de mesas están vacías. El porcentaje aproximado de Sánchez se acerca al 20% de impacto económico que auguró el consejero delegado de GSMA, John Hoffman, en abril en declaraciones en RAC1, de los habituales 500 millones.

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Más cerca del mar se va notando que el turismo está volviendo a la ciudad, pero el ambiente no es de Mobile (a no ser que, en la primera edición veraniega de la historia, los asistentes hayan pasado por el hotel a ponerse bermudas). En el hotel Duquesa de Cardona, con una terraza con vistas privilegiadas al puerto, no se celebra ningún evento asociado al congreso. “Solo tenemos ocho habitaciones con gente del Mobile, normalmente, estaban llenas las 64”, apunta en la recepción Mar Zomeño, que detalla que han celebrado algún evento en la azotea después del inicio de la pandemia, pero no durante los días del congreso mundial.

Ningún indicio de fiesta en la marina de lujo del Port Vell. En el paseo Joan de Borbó, donde luce una de las pocas publicidades del MWC del trayecto, predominan grupos cautivados por pantallas con el Francia - Suiza. Al final del paseo Marítimo a la derecha el hall del Hotel W es el único de los visitados que cuenta con un plafón con las medidas anticovid del Mobile y un horario de los transfers hasta el recinto de Gran Vía. Uno de los restaurantes cercanos, Pez Vela, está lleno. “Otros años teníamos a grupos muy grandes, este de un máximo de diez personas”, explica la directora del establecimiento, Sonia Martínez, que afirma que esta semana sí han aumentado las reservas por el congreso y el turismo en general. No podemos acercarnos a los comensales porque la terraza está acordonada por las medidas sanitarias. El lleno de este local no es la tónica general. Un portavoz de la app de reservas de restaurantes TheFork comenta que la compañía no ha detectado un incremento de comensales en la capital catalana en el primer día y medio de feria. El Gremio de Restauración declina ofrecer cifras de balance, en una jornada en la que lanzó un spot con el Ayuntamiento para reflotar la actividad.

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