Pedro Sánchez enfría las expectativas de una subida inmediata del salario mínimo
El presidente aduce que la prioridad ahora es consolidar la reactivación económica y la creación de empleo
Con la llegada del verano, los roces en el seno del Gobierno de coalición se acrecientan. Las diferencias entre las dos almas del Ejecutivo se muestran más claramente a cuenta de la subida (o no) del salario mínimo interprofesional (SMI) en 2021. Este miércoles ha sido el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el que ha zanjado cuál es la prioridad: crear empleo y consolidar la reactivación económica antes que incrementar el ...
Con la llegada del verano, los roces en el seno del Gobierno de coalición se acrecientan. Las diferencias entre las dos almas del Ejecutivo se muestran más claramente a cuenta de la subida (o no) del salario mínimo interprofesional (SMI) en 2021. Este miércoles ha sido el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el que ha zanjado cuál es la prioridad: crear empleo y consolidar la reactivación económica antes que incrementar el salario mínimo.
“Vamos a hablar con los agentes sociales, con empresarios y sindicatos, pero el principal objetivo que tiene el Gobierno de España es consolidar la recuperación económica y la creación de empleo”, ha asegurado Sánchez este miércoles en una rueda de prensa junto a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Es decir, el ala socialista se postula en torno a la propuesta defendida desde el año pasado por la vicepresidenta económica, Nadia Calviño: hay que dar tiempo a que la recuperación sea plena antes de un nuevo avance del SMI.
Al preguntarle por la polémica subida del SMI, la presidenta de la Comisión Europea ha añadido que lo importante es que exista diálogo social. “La manera óptima de llegar a un salario mínimo bueno, justo y efectivo es la negociación colectiva”, ha dicho Von der Leyen.
De esta forma, Sánchez, Calviño y la ministra portavoz, María Jesús Montero, ya han abierto la puerta a que se congele el salario mínimo durante este año. Montero lo hizo durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros del pasado martes: “Podremos discutir cómo se distribuye [la subida del SMI] en 2022 y 2023 o si se incorpora en 2021 [una parte]. Es importante llegar al compromiso de que alcance el 60% del salario medio, pero también que sea compatible con la generación de empleo”. Así, parece evidente que el ala socialista se decanta por mantener el SMI en los 950 euros en 14 pagas actuales y dejar el posible incremento para 2022.
El Ministerio de Trabajo, con la vicepresidenta Yolanda Díaz al frente, guarda silencio. Al menos hasta que tenga el informe definitivo del comité de expertos. Pero la postura de Unidas Podemos al respecto es clara: defienden una subida, como ya ocurrió con las pensiones y los sueldos de los funcionarios —tuvieron una revalorización del 0,9%—. Y creen que ahora, con unas perspectivas económicas mucho más favorables que el pasado diciembre, es el momento de volver a discutir la cuestión y que haya un avance cuanto antes.
Subida de entre el 6,5% y el 10,2% en tres años
El grupo de expertos lo formó Trabajo a inicio de año para marcar el crecimiento necesario del SMI para llegar al objetivo del 60% del salario medio. El dictamen está prácticamente cerrado: la recomendación es que el salario mínimo se eleve hasta una horquilla entre 1.012 euros y 1.047 euros en 14 pagas de aquí a 2023, lo que supone un incremento de entre el 6,5% y el 10,2%, según uno de los últimos borradores del informe. Es decir, habría que aumentar el SMI entre 62 y 97 euros. La subida implicaría que entre 2017 y 2023 el salario mínimo habría mejorado entre un 54,5% y un 59,8%.
Los agentes sociales, por su parte, se mantienen a la espera de conocer el documento definitivo del grupo de expertos y reclaman que se discuta la posible subida lo antes posible en la mesa del diálogo social. Los sindicatos apuestan por que se efectúe lo antes posible, a poder ser con carácter retroactivo, mientras que las patronales son más reticentes por la coyuntura económica. Nada nuevo. Que salga una cosa u otra puede depender del apoyo y predisposición del Gobierno, como ya ocurrió el pasado diciembre. Antes de entablar conversaciones en la mesa de diálogo se está allanando el camino para que se espere a 2022, aunque el encontronazo está servido.
Según los trabajos del comité de expertos, se proponen dos vías para las alzas de esta legislatura: una consistiría en concentrar las subidas en 2022 y 2023; la otra, en hacer este mismo año ya un pequeño incremento, de entre 12 y 18 euros. El Gobierno será el que tome la decisión, ya que lo puede abordar de forma unilateral, aunque por las primeras declaraciones públicas todo apunta a que esperará al próximo año.
Desde 2017, el avance del SMI ha sido más que considerable. España ha pasado de estar a la cola de Europa en el nivel de salario mínimo a situarse entre los primeros de la clasificación. Unos aumentos que han tenido efectos no siempre deseados, según un estudio del Banco de España, que cifró que la subida del salario mínimo en 2019 restó al menos 100.000 empleos.