Amazon ultima la compra de los estudios MGM y profundiza la gran transformación del ‘streaming’
La transacción, de cerca de 9.000 millones de dólares por más de 4.000 títulos, sigue a la fusión de contenidos de AT&T y Discovery
Leo, el famoso felino de los estudios Metro Goldwyn Mayer (MGM), está a punto de rugir para Amazon. El gigante tecnológico ultima este lunes los detalles finales de la compra de uno de los pilares de Hollywood desde la era del cine mudo. La transacción, de cerca de 9.000 millones de dólares (7.347 millones de euros), afianzará una nueva era del mercado del streaming y se produce justo después de la fusión de contenidos...
Leo, el famoso felino de los estudios Metro Goldwyn Mayer (MGM), está a punto de rugir para Amazon. El gigante tecnológico ultima este lunes los detalles finales de la compra de uno de los pilares de Hollywood desde la era del cine mudo. La transacción, de cerca de 9.000 millones de dólares (7.347 millones de euros), afianzará una nueva era del mercado del streaming y se produce justo después de la fusión de contenidos que hizo AT&T, dueña de Warner, con Discovery. De confirmarse la compra, adelantada este lunes por The Wall Street Journal, la compañía de Jeff Bezos integrará a su plataforma Prime una potente biblioteca de 4.000 títulos que incluyen dos de las franquicias mejor valoradas de la industria cinematográfica reciente, James Bond y Rocky, que ha sabido continuar la saga de Sylvester Stallone con Creed.
Los estudios MGM saldrán caros a Bezos. La capitalización bursátil de la compañía de entretenimiento ascendía en diciembre a 5.500 millones de dólares, pero desde entonces, los rumores del interés de la tecnológica, que busca expandir su oferta para los 175 millones de abonados de su plataforma digital, hicieron que se elevaran los precios de las acciones. Tan solo en las últimas semanas estas pasaron de 105 dólares a los 140 de este lunes, cuando el rotativo estadounidense publicó que era inminente la compra. Es la segunda transacción más cara para Amazon, después de la adquisición de la cadena de supermercados orgánicos Whole Foods en 2017 por 13.700 millones de dólares.
El mítico estudio, nacido en 1924 de la fusión de Metro Pictures, la empresa del magnate teatral Marcus Loew, con Goldwyn Pictures y Louis B. Mayer Pictures, del famoso productor Louis B. Mayer, ha sido siempre una de las piezas más codiciadas del sector. La compañía había escuchado desde hace décadas decenas de ofertas de compras y fusiones. Kirk Kerkorian, el magnate de casinos y consejero delegado de MGM, la vendió y recompró tres veces. También fue él quien integró al estudio en 1981 la productora United Artists, otro pedazo de historia de Hollywood desde que fue creada por Charles Chaplin, Douglas Fairbanks, Mary Pickford y D.W. Griffith.
En el nuevo milenio, Time Warner y Sony mostraron interés en MGM y estuvieron cerca de cerrar el trato en septiembre de 2004. Las negociaciones fracasaron porque su precio se consideró demasiado alto, más de 5.000 millones de dólares de entonces. En 2018, el consejero delegado, Gary Barber, otro veterano de Hollywood que relevó a Kerkorian tras su muerte en 2015, exploró la posibilidad de vender a Apple por 6.000 millones de dólares. Barber fue despedido por la junta de accionistas por haber emprendido las negociaciones por su cuenta y demasiado pronto: los analistas creían que esperar un par de años más podría haber elevado el valor de la compañía sobre los 8.000 millones.
Ese tiempo ha llegado ahora. A finales de 2020, el fondo de inversión neoyorquino Anchorage Capital Group, dueño mayoritario de las acciones de los estudios, se acercó a los bancos de inversión Morgan Stanley y LionTree con un mensaje: estaban listos para vender. El estudio, ubicado en Culver City, cuenta con más de 170 premios Oscar, 12 de ellos de la categoría Mejor Película. MGM se había convertido en un lastre para Anchorage, que había visto reducir sus ingresos en un año donde la pandemia forzó a retrasar los proyectos de cine y televisión.
La Metro, como es conocida popularmente, ya no es propietaria de muchos de los clásicos de Hollywood que le ayudaron a forjar su nombre. Lo que el viento se llevó y El Mago de Oz, por ejemplo, están en manos de WarnerMedia, a su vez propiedad de AT&T. Estas películas, junto a otros cientos de títulos anteriores a 1948, fueron compradas por el magnate Ted Turner para echar a andar sus canales por cable programados con cine clásico.
La franquicia de James Bond, no obstante, es una de las marcas más valiosas en poder de MGM. Los estudios son copropietarios de los derechos junto a una productora vinculada a la familia Broccoli, creadora del espía británico. Las películas han sumado una taquilla mundial que supera los 7.000 millones de dólares. Otro activo que pasará al cobijo de Amazon es la franquicia de ocho películas de boxeadores de la saga de Rocky Balboa y Adonis Creed, que han ingresado más de 1.000 millones de dólares.
En televisión, la empresa ha producido también varios éxitos recientes, entre ellos la serie distópica El cuento de la criada, interpretada por Elisabeth Moss, ganadora de varios premios Emmy. Fargo, el spin off televisivo de la cinta de los hermanos Joel y Ethan Coen, también es propiedad de MGM, junto al drama Vikingos, que cuenta con seis temporadas y que ahora buscará futuro de mano de la Amazon de Jeff Bezos en la nueva era dorada del streaming.
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