Orange plantea 485 despidos en España, el 15% de su plantilla
La operadora de telecomunicaciones justifica el ERE por la caída de ingresos y los efectos de la pandemia
La operadora de telecomunicaciones Orange aplicará un expediente de regulación de empleo (ERE) para un máximo de 485 empleados en España, según ha comunicado a los sindicatos este viernes, informaron a EL PAÍS fuentes sindicales. La empresa justifica la decisión en la necesidad de acometer una reestructuración en los costes por el efecto de la crisis económica derivada de la pandemia y la caída de ingresos.
La reestructuración afecta ...
La operadora de telecomunicaciones Orange aplicará un expediente de regulación de empleo (ERE) para un máximo de 485 empleados en España, según ha comunicado a los sindicatos este viernes, informaron a EL PAÍS fuentes sindicales. La empresa justifica la decisión en la necesidad de acometer una reestructuración en los costes por el efecto de la crisis económica derivada de la pandemia y la caída de ingresos.
La reestructuración afecta en torno a un 15% de la plantilla total de Orange España, que asciende a 3.070 empleados. La operadora francesa emplea además a 2.700 trabajadores más en España de los call center de Oviedo y Guadalajara y de las tiendas propias, pero están adscritos a otras empresas subsidiarias y no forman parte de Orange España.
Es la primera vez que se produce una reducción de plantilla desde que en 2016 la operadora francesa adquiriera Jazztel, una fusión que ocasionó 496 despidos, aunque todos ellos acogidos a un plan de bajas voluntarias.
La dirección de la empresa convocará a los representantes sindicales de los trabajadores en los próximos días a una primera reunión para iniciar la negociación, que espera que se extienda durante los meses de mayo y junio. “El sector de telecomunicaciones lleva años encadenando pérdidas de ingresos como consecuencia de la hipercompetitividad del mercado y la multiplicidad de actores low cost. Esto plantea un gran reto para la compañía, que lleva más de 20 años asumiendo inversiones intensivas y que necesita seguir haciéndolo en un entorno de transición tecnológica”, señaló la empresa en un comunicado.
El consejero delegado de la empresa de telecomunicaciones, Jean-François Fallacher, que se hizo cargo de la filial española en septiembre de 2020, ha negado en varias ocasiones que fuera acometer un ajuste de personal, aunque en la presentación de los resultados del primer trimestre ya abrió la puerta a esa posibilidad ante las malas perspectivas financieras.
Orange España registró en 2020 una caída tanto de ingresos como de rentabilidad debido al impacto de la pandemia del coronavirus y al rigor de la competencia en un mercado marcado por las ofertas de bajo coste para hacer frente a la crisis, segmento en el que la filial de la marca francesa está peor posicionada que sus rivales. La operadora obtuvo unos ingresos de 4.951 millones de euros en 2020, un 5,9% menos que en el ejercicio anterior, y un EbitdaaL (resultado operativo después de arrendamientos) de 1.433 millones, un 13% menos.
La operadora francesa es, además, la que más clientes pierde por la portabilidad, el procedimiento regulado que permite pasarse a otro operador de forma gratuita y conservando el número. En 2020, Orange cedió a sus rivales 412.500 líneas de móvil y 35.100 de banda ancha por este procedimiento.
La continua fuga de clientes se debe en gran parte al mal posicionamiento de Orange en las ofertas de bajo coste que están haciendo furor en el mercado español. La operadora naranja no ha podido competir con Telefónica y Vodafone que lanzaron hace unos años con mucho éxito sus marcas low cost O2 y Lowi, respectivamente, ni, sobre todo, con las ofertas más asequibles de compañías como MásMóvil o Digi.
Para solventar el problema, Orange España prepara una simplificación de su catálogo comercial, con la eliminación de marcas como Amena y República Móvil, entre otras, para impulsar una sola oferta de bajo coste, tal y como adelantó EL PAÍS, aunque aún no ha materializado el cambio.