El nuevo IVA europeo para el comercio electrónico busca reducir costes y mejorar la recaudación
Las nuevas normas comunitarias entrarán en vigor el próximo 1 de julio y simplificarán los procedimientos
Cuenta atrás para la aplicación de las nuevas normas del IVA europeo: entrarán en vigor el próximo 1 de julio. Las nuevas reglas irán dirigidas al comercio electrónico y tendrán un doble objetivo: simplificar los procedimientos disminuyendo la carga administrativa para las empresas y a la vez reducir la brecha que existe en los Estados miembros entre el IVA previsto y el recaudado. En el caso de España, esta diferencia es del 6%, equivalente a 4.909 millones, según los últimos datos de la Comis...
Cuenta atrás para la aplicación de las nuevas normas del IVA europeo: entrarán en vigor el próximo 1 de julio. Las nuevas reglas irán dirigidas al comercio electrónico y tendrán un doble objetivo: simplificar los procedimientos disminuyendo la carga administrativa para las empresas y a la vez reducir la brecha que existe en los Estados miembros entre el IVA previsto y el recaudado. En el caso de España, esta diferencia es del 6%, equivalente a 4.909 millones, según los últimos datos de la Comisión Europea.
La diferencia entre el IVA que se prevé recaudar y el que efectivamente ingresan los Estados miembros alcanzó los 140.040 millones de euros en 2018. Esta cifra supone una ligera disminución, de unos 1.000 millones de euros, con respecto al año anterior, y confirma la reducción de la brecha en los últimos años. El Ejecutivo comunitario, sin embargo, teme que la crisis causada por la pandemia haya revertido esta tendencia y estima que en 2020 la pérdida potencial haya alcanzado los 164.000 millones de euros.
“Los esfuerzos para acabar con las oportunidades de fraude y evasión en materia de IVA han ido dando sus frutos, pero también revelan que queda mucho por hacer”, dijo en septiembre del año pasado el comisario de Economía de la UE, Paolo Gentiloni, con ocasión de la publicación de los datos sobre la brecha del IVA.
Según esos datos, relativos a 2018, Rumanía es el país de la UE con la mayor diferencia entre IVA previsto y recaudado: la pérdida de ingresos se sitúa en el 33,8%, seguida de Grecia (30,1%) y Lituania (25,9%). Los menores desvíos se produjeron en Suecia (0,7%), Croacia (3,5%), y Finlandia (3,6%). En términos absolutos, las cifras más altas fueron las de Italia (35.400 millones), el Reino Unido (23.500 millones) y Alemania (22.000 millones).
Las nuevas normas del IVA se implantarán en todo el territorio de la UE para asegurar el pago del impuesto ahí donde se consumen los bienes o se prestan los servicios, crear un régimen del IVA uniforme para las entregas transfronterizas de bienes y servicios y simplificar los procedimientos. Las empresas podrán declarar y abonar el impuesto que se le exige de IVA en la UE a través del portal de la ventanilla única (de importación); introducir un terreno de juego equilibrado entre las empresas de la UE y los vendedores que no son de la UE.
Ventanilla única
Anteriormente, de cara al pago del IVA, las empresas tenían la obligación de registrarse en cada país antes de poder operar. La eliminación de este requisito ahorrará a las empresas de la UE hasta 2.300 millones al año en costes de cumplimiento. Cuando entren en vigor las nuevas normas, las empresas podrán declarar y pagar el IVA de todas sus ventas intracomunitarias en una única declaración trimestral trabajando con la administración tributaria de su propio país y en su propio idioma, incluso cuando las ventas son transfronterizas. La nueva plataforma para empresas y sujetos pasivos, la ventanilla única (OSS) del IVA, se puede utilizar para declarar el IVA debido sobre los bienes y servicios que se venden en línea en toda la UE, con lo cual se reducen los costes de cumplimiento hasta en un 95%.
Por otra parte, la ventanilla única de importación (IOSS) tiene el objetivo de facilitar la recaudación, declaración y pago del IVA para los vendedores que suministran bienes desde fuera de la UE a clientes de la UE. En la práctica, significa que estos proveedores e interfaces electrónicas pueden recaudar, declarar y pagar directamente el IVA a las autoridades tributarias que prefieran, en lugar de que el cliente tenga que pagar el IVA de importación en el momento en el que se le entregan los bienes. Esto facilita la actividad de las empresas, pero también protege a los compradores frente a costes ocultos.
Por último, se derogará la exención actual del IVA para paquetes que entren en la UE cuyo valor no exceda los 22 euros. Esta exención suponía que algunos vendedores podían declarar fraudulentamente bienes con un coste elevado, como smartphones, a un precio inferior solamente para beneficiarse de dicha exención, menoscabando así a las empresas de la UE que no tenían otra alternativa que repercutir a sus clientes el tipo de IVA completo sobre los mismos productos.