Oportunidad para modernizar la economía
Los fondos europeos podrán ayudar a la recuperación de los países tras los devastadores efectos de la pandemia y favorecer la transición ecológica y digital
El Parlamento Europeo aprobó la semana pasada el Reglamento del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, principal instrumento del Fondo de Recuperación Europeo que canalizará 672.500 millones de euros mediante subvenciones y préstamos. El objetivo es doble: ayudar a la recuperación de los países tras los devastadores efectos de la pandemia e incrementar la resiliencia y favorecer la transición ecológica y digital. De esta cantidad, a España le corresponden ...
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El Parlamento Europeo aprobó la semana pasada el Reglamento del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, principal instrumento del Fondo de Recuperación Europeo que canalizará 672.500 millones de euros mediante subvenciones y préstamos. El objetivo es doble: ayudar a la recuperación de los países tras los devastadores efectos de la pandemia e incrementar la resiliencia y favorecer la transición ecológica y digital. De esta cantidad, a España le corresponden unos 70.000 millones de euros en transferencias y una cantidad similar vía préstamos —equivalentes al 6,8% del PIB de 2019—, una ayuda sin precedente que constituye una gran oportunidad, no solo para afrontar la crisis, sino para transformar y modernizar la economía y la sociedad españolas.
¿Qué requisitos deben cumplirse y cuándo podrían recibirse las primeras ayudas? Tras la luz verde del Parlamento y su aprobación por parte del Consejo, el Reglamento entrará en vigor y a partir de entonces, y antes de finales de abril, los países deben enviar a Bruselas la versión final de sus planes de recuperación y resiliencia.
La Comisión los evaluará en un plazo máximo de dos meses, comprobando que las inversiones y reformas se centran en los seis pilares del Mecanismo: transición verde, transformación digital, cohesión económica y competitividad, cohesión social y territorial, reacción institucional a las crisis y preparación de las mismas. Deben destinar al menos un 37% de los fondos a objetivos climáticos y un 20% a transformación digital, y además han de contribuir al cumplimiento de las recomendaciones específicas del país establecidas en el marco del Semestre Europeo. En el caso de España, se incluyen, aparte de las referidas a la covid-19, la flexibilización del mercado laboral, la digitalización de servicios públicos, la unidad de mercado y la reforma de pensiones, entre otras.
Tras la evaluación de la Comisión, que debería estar finalizada en mayo o junio, el Consejo dispondrá de cuatro semanas para aprobar los planes nacionales, y cuando suceda esto, y siempre que se adopten los compromisos legales pertinentes —ratificación de recursos propios de todos los Estados miembros—, los países podrían percibir las primeras ayudas. Pero, dados los plazos establecidos, no se prevé que esto suceda hasta principios del próximo verano.
Así, si el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia en el que trabaja el Gobierno es aprobado por las autoridades europeas, España podría recibir en junio o julio los primeros desembolsos, un anticipo de 9.000 millones de euros, el 13% de los 70.000 millones asignados en transferencias. A partir de ahí, la Comisión abonará las ayudas dos veces al año, según se avance en el cumplimiento de los hitos y objetivos comprometidos, pudiendo suspender total o parcialmente las ayudas en caso de incumplimiento.
Pilar Más, de BBVA Research.