El mal dato de empleo en EE UU aviva las dudas sobre la recuperación económica
El sector privado destruyó 95.000 puestos de trabajo en diciembre, a los que se suman otros 45.000 en el sector público. Es el primer retroceso desde abril
Diciembre fue un mal mes, sin paliativos, para el empleo en Estados Unidos. Donald Trump saldrá de la Casa Blanca con la tasa de paro en el 6,7%, sin grandes cambios porcentuales en los últimos compases de 2020, pero con una notable disminución de 140.000 puestos de trabajo en términos absolutos. Las cifras, publicadas este viernes por la Oficina de Estadísticas Laborales del país norteamericano, suponen la primera caída a neg...
Diciembre fue un mal mes, sin paliativos, para el empleo en Estados Unidos. Donald Trump saldrá de la Casa Blanca con la tasa de paro en el 6,7%, sin grandes cambios porcentuales en los últimos compases de 2020, pero con una notable disminución de 140.000 puestos de trabajo en términos absolutos. Las cifras, publicadas este viernes por la Oficina de Estadísticas Laborales del país norteamericano, suponen la primera caída a negativo desde abril y avivan las dudas sobre una recuperación que no termina de carburar ante los constantes rebrotes del coronavirus.
El sector privado destruyó 95.000 puestos de trabajo, mientras que el empleo gubernamental se dejó otros 45.000 por el camino en un mes en el que se esperaba una ganancia mínima (pero positiva) en el mercado laboral. Las remuneraciones promedio de los trabajadores, por su parte, aumentaron en diciembre un 0,8% mensual y se mantienen un 5,1% por encima del nivel de hace un año.
2020 fue un año complicadísimo para el mercado laboral estadounidense. La tasa de paro pasó del 3,5% de febrero, poco antes de la irrupción de la pandemia —un nivel que suele asociarse al pleno empleo— al 14,7% en abril, después de que los confinamientos dejasen a millones de trabajadores en una situación precaria. En los tres últimos meses del año se ha mantenido en casi el 7%, lo que indica un estancamiento del mercado laboral.
A diferencia de en Europa, donde los Gobiernos han puesto en marcha ambiciosos programas de protección del empleo, la Administración estadounidense ha optado por dejar hacer: permitir la destrucción de puestos de trabajo a la vez que ofrece un subsidio temporal para los afectados.
La mayor destrucción de empleo, en el último mes del 2020, se centró en los sectores de esparcimiento y hotelería, actividades muy vulnerables a los efectos de la pandemia y que perdieron 498.000 puestos de trabajo. Por el contrario, los servicios profesionales y empresariales añadieron 161.000 empleos, el comercio minorista sumó 120.500 y la construcción aportó otros 51.000 puestos de trabajo. Y el sector manufacturero, que en noviembre había añadido 27.000 puestos de trabajo, agregó otros 38.000.
Habitualmente, el empleo tiende a crecer en diciembre, cuando el comercio contrata personal temporal para la distribución y venta de mercancías durante la temporada de fiestas tradicionales, pero el número creciente de casos de covid-19 y las restricciones de actividades adoptadas en varios Estados lo han frenado.
EE UU ha registrado un promedio de más de 230.000 nuevos casos diarios de covid-19 en la semana pasada y el jueves la cifra diaria de personas hospitalizadas por la enfermedad marcó el récord de 132.476 pacientes. La potencia económica norteamericana ha tenido unos 21,4 millones de casos de la covid-19 con 362.828 muertos, de acuerdo con el compendio de datos de la Universidad Johns Hopkins.
La pandemia y las restricciones adoptadas en el segundo trimestre del 2020 causaron la destrucción de unos 22 millones de puestos de trabajo en marzo y abril, y en los tres meses siguientes el empleo aumentó en 9,3 millones. La gradual reanudación de actividades económicas y académicas desde los cierres de marzo han permitido recuperar unos 12 millones de puestos de trabajo. Un factor importante en la reactivación económica durante la primavera y comienzos del verano fue el paquete de estímulo económico, por unos 2,3 billones de dólares, aprobado por el Congreso y promulgado por el presidente Donald Trump en marzo.
Ese estímulo incluyó el envío de cheques de 1.200 dólares (980 euros) a millones de contribuyentes, una prolongación de las prestaciones por desempleo que incluyeron a trabajadores independientes y contratistas, y sustentos financieros para las empresas. El Gobierno informó el jueves de que en la semana que concluyó el 26 de diciembre el promedio semanal de solicitudes, una medida que compensa las variaciones semanales, fue de 818.750, comparado con la de 837.500 en la semana anterior.
Asimismo, en la semana que concluyó el 26 de diciembre había 5,07 millones de personas que percibían esa prestación, frente a las 5,19 millones de la semana anterior. Los trámites iniciales del subsidio por desempleo se incrementaron en 6,8 millones en la última semana de marzo, cuando se sintió de pleno el impacto de la pandemia de covid-19, y aunque han ido disminuyendo gradualmente desde entonces, siguen muy por encima del promedio de 205.000 solicitudes semanales de los meses previos a la crisis por la pandemia.