Un jersey eterno
La catalana Iaios recicla restos de lana de la industria textil para confeccionar prendas que vende en España y Alemania
Sus jerséis están fuera de las tendencias y de la moda. Se les podría denominar “como fondo de armario”, apunta Gemma Barbany, una de las fundadoras de la empresa junto con su padre Amadeu y su hermano Bernat. Los jerséis de Iaios están pensados para durar y tienen un diseño único para hombre y otro para mujer. Lanzan una colección al año, en la que solo cambian los colores o los estampados con respecto a la anterior. Además, cada modelo recibe el nombre de un personaje más o menos conocido y quien lo compra recibe su biografía. “Un homenaje a muchas personas anónimas, cercanas a nuestra filos...
Sus jerséis están fuera de las tendencias y de la moda. Se les podría denominar “como fondo de armario”, apunta Gemma Barbany, una de las fundadoras de la empresa junto con su padre Amadeu y su hermano Bernat. Los jerséis de Iaios están pensados para durar y tienen un diseño único para hombre y otro para mujer. Lanzan una colección al año, en la que solo cambian los colores o los estampados con respecto a la anterior. Además, cada modelo recibe el nombre de un personaje más o menos conocido y quien lo compra recibe su biografía. “Un homenaje a muchas personas anónimas, cercanas a nuestra filosofía de trabajo”, señala Barbany.
Padre e hijos suponen la cuarta y la quinta generación de una familia ligada al negocio textil, que en 2016 decidieron lanzar estos jerséis con la sostenibilidad como eje del proceso. Un proceso que se vertebra en tres pilares: hilo reciclado, fabricación local y diseño circular. Una fábrica en Olot les hace el hilo a partir de retales de fábricas textiles. Luego los separan por colores. “No usamos tintes porque contamina mucho, generan residuos y necesitan una ingente cantidad de agua para su tratamiento. Basta con mezclar negro y blanco para obtener el gris”, sostiene la cofundadora.
Después, el hilo llega a una fábrica textil familiar en Igualada donde se confeccionan los jerséis diseñados por Iaios, para los que utilizan entre 500 y 700 gramos de lana acrílica reciclada. Para cerrar el proceso, desde la empresa promueven la posibilidad de que estos jerséis puedan ser usados. “Cuando el jersey esté roto o no lo quieran sus dueños, pueden enviárnoslos de nuevo para que volvamos a reciclarlo. Para agilizar y facilitar este proceso, nuestros jerséis no llevan cremalleras ni botones, que son difíciles de separar”.
Su primera tirada fue de 300 piezas con una inversión de unos 7.000 euros, de fondos propios, que vendieron rápidamente en la tienda familiar. Al año siguiente apostaron por la tienda online, donde actualmente venden 50 referencias distintas. Con solo tres empleados y una producción de unos 4.000 jerséis al año, que rondan los 69 euros por unidad, su facturación de 2019 se cifró en 185.800 euros con un beneficio de 3.700 euros. El 90% tiene como destino España y el resto Alemania, aunque también han enviado a Francia o Noruega. Envíos sostenibles en cajas o plástico reciclado o a través de la mensajería Koikos, una empresa también sostenible que hace el reparto en bici.
Para diversificar el negocio, han lanzado una línea de camisetas de algodón orgánico, “pero no reciclado porque no encontramos ningún distribuidor que vendiera este tipo de algodón tan fino”, subraya Barbany. También tienen como proyecto inmediato confeccionar sudaderas, para lo que están en negociaciones con una fábrica que sí les ofrece algodón reciclado. Pero hay más. Mantienen conversaciones con un fabricante de jabón ecológico para elaborar una marca para lavar sus jerséis.