El miedo a los rebrotes acelera las reformas en viviendas
La alta demanda de toldos, piscinas y aires acondicionados alivia a un sector que ha registrado caídas de hasta el 75%
Nunca antes tantos propietarios estaban tan dispuestos a tapar agujeros con tanta celeridad. Siete de cada diez viviendas en España van a ser objeto de alguna obra de reparación o mantenimiento entre junio y septiembre, según la Asociación nacional de distribuidores de cerámica y materiales de construcción (Andimac). La patronal calcula que en abril la intención de hacer reformas de cara a mayo escaló nueve puntos y que...
Nunca antes tantos propietarios estaban tan dispuestos a tapar agujeros con tanta celeridad. Siete de cada diez viviendas en España van a ser objeto de alguna obra de reparación o mantenimiento entre junio y septiembre, según la Asociación nacional de distribuidores de cerámica y materiales de construcción (Andimac). La patronal calcula que en abril la intención de hacer reformas de cara a mayo escaló nueve puntos y que en mayo se incrementó en 10 puntos la previsión para junio.
La experiencia del confinamiento pero, sobre todo, el miedo a que se vuelva a repetir están siendo el empujón definitivo para poner remedio a esas deficiencias que ya no pueden esperar más. “Muchos propietarios han valorado algún tipo de actuación para adecuar el estado o distribución de su vivienda y adaptarla a un nuevo contexto en el que se contemplen nuevas medidas de confinamiento y restricciones de movilidad”, argumenta Sarah Harmon, directora ejecutiva de Habitissimo. En esta plataforma de reformas, con 392.918 profesionales registrados, solo en junio se han incrementado en un 36% interanual las peticiones para realizar alguna intervención para la mejora de la vivienda.
Quienes se lo pueden permitir están tirando de ahorros para acondicionar su vivienda. No hay que olvidar que más del 80% de las reformas se afrontan rompiendo la hucha, según Sebastián Molinero, secretario general de la patronal Andimac. En la lista de obras estrella están la instalación de equipos de aire acondicionado, de toldos y de césped artificial, así como la construcción, mantenimiento y reforma de piscinas. También, las obras en baños y cocinas, que son un clásico; la adecuación de pequeños espacios para el teletrabajo; la jardinería y los tratamientos contra las humedades, que pueden provocar enfermedades respiratorias. La patronal añade las obras para recuperar o acondicionar viviendas en el campo o casas familiares poco utilizadas.
Los propietarios buscan mejorar la paupérrima calidad de vida dentro de sus casas. Porque a los problemas relacionados con las condiciones de las viviendas para teletrabajar, el exceso de ruidos o humedades, se añade el derroche de energía. Hay casi 26 millones de viviendas ineficientes, que son todas las construidas en España antes de 2007.
El repentino boom de las reformas se debe a tres factores: “La liberación de demanda estancada desde la segunda quincena de marzo hasta la primera de mayo; la generación de necesidades de reforma y reparaciones fruto del confinamiento y, por último, la estacionalidad, ya que coincide con las vacaciones de verano”, argumenta Molinero. Y una más: “La posible situación a la que nos enfrentaremos los próximos meses, el vernos obligados a permanecer más tiempo en casa por el contexto sanitario”, apunta Harmon.
Los precios de las reformas y de los materiales no han sufrido importantes variaciones respecto al año pasado. Ahora bien, la crisis económica que acecha está obligando a propietarios y contratistas a ajustar presupuestos a la baja, lo que se consigue optando por materiales y soluciones más baratas. “La sensibilidad al precio en una obra ha aumentado, y esto afecta al presupuesto, que se repercute en el mix de materiales empleados para la solución final”, aclara Molinero.
Este inesperado auge estival de las reformas llega tras meses de agonía: la actividad cayó un 35% en marzo, un 75% en abril y un 10% en mayo. En junio ya se han alcanzado los niveles anteriores a la irrupción del coronavirus e, incluso, se han superado en ciertas categorías, como las relacionadas con la jardinería, el aire acondicionado o las piscinas. “El volumen de negocio durante el primer semestre ha sido mejor de lo esperado una vez se nos vino encima la pandemia, aunque la caída ha sido del 10% de media”, expone el secretario general de Andimac. En el mejor de los escenarios, el desplome del sector rondará entre el 10% y el 12% al cierre del año, pero “habría que controlar los rebrotes y, a partir de septiembre, cuando finalice la prórroga de los ERTE, el paro podría dispararse y romper esta cierta relajación actual”, alerta.
Tras la tormenta
El alivio del sector tiene nombre. La demanda de piscinas privadas se ha disparado tanto que algunos modelos están agotados hasta octubre o noviembre. “Nunca habíamos sufrido un incremento tan elevado en tan poco tiempo”, afirma Isabel Alonso de Armas, directora de Alianzas Estratégicas de Habitissimo. En abril y mayo se triplicaron las peticiones para la construcción (solo en junio han crecido un 303%), reforma y mantenimiento de piscinas. La demanda de prefabricadas ha crecido un 350% interanual.
En la lista de las obras y productos estrella que han llegado tras el confinamiento también están los toldos, que permiten reducir en un 80% la radiación solar. Las peticiones para la instalación y mantenimiento de estos elementos han crecido un 163% en junio con respecto al mismo mes del año anterior.
La demanda de aire acondicionado ha provocado rupturas del stock. Acondicionar espacios para teletrabajar y mejorar los almacenajes y la iluminación también están entre los trabajos más buscados. “Desde estanterías, tableros de madera y borriquetas para hacer mesas, hasta organizadores de interior de armario”, indican en Leroy Merlin, que espera un mayor repunte de proyectos a lo largo del verano. “Mucha gente hará esos cambios de los que han sido conscientes durante el encierro, y que están orientados tanto a sentirse mejor en casa como a conseguir una revalorización del inmueble”.
La multinacional francesa cuenta que los muebles de baño han sido otra de las grandes sorpresas. “Se ha notado un incremento de ventas importante para mejorar este espacio”. También ha crecido la venta de pinturas fotocatalíticas que limpian el ambiente, de grifos y manillas de puerta que se activan sin contacto, así como de suelos laminados y vinílicos que puede colocar el propietario sin necesidad de un profesional.
Tener un jardín perfecto se ha convertido en la prioridad de muchos propietarios. “El acondicionamiento del exterior ha sido una locura. Pensamos que se debe a que desde mayo muchos consumidores piensan que tendrán que enfrentarse a un verano atípico y se han querido adelantar con la instalación de barbacoas, pérgolas, parasoles, suelos o iluminación exterior”, narran en Leroy Merlin.
Los jardines verticales han ganado peso a raíz de los días de confinamiento obligatorio y su búsqueda ha aumentado un 35% en la plataforma Houzz. Pueden ubicarse en espacios reducidos y, además, mejoran el aislamiento acústico de la vivienda y la calidad del aire. Aunque la mayoría están en zonas exteriores, hay una tendencia clara a instalarlos en pasillos o incluso baños.
Rejuvenecer el parque de casas
La patronal Andimac solicita a la Comisión para la Reconstrucción Social y Económica de España que ponga en marcha un fondo de garantías con líneas de financiación para comunidades de propietarios a través del ICO. Piden que se financien el 80% de las obras que impulsen la eficiencia energética, aseguren el acceso a las ayudas del Plan Estatal para la Rehabilitación y minimicen el riesgo que asumen los bancos al costear las reformas de las zonas comunes. Sebastián Molinero, su secretario general, asegura que serviría para rejuvenecer el parque de viviendas, evitar un deterioro de los ahorros de los hogares españoles y lograr un modelo de negocio más sano para el sector de la construcción.