La ropa infantil y de mujer se encareció más que ningún otro producto en abril

Frente a la subida del precio del textil, la gasolina y el gasóleo tocaron suelo como consecuencia de la reducción de la movilidad, según el INE

Una tienda de ropa abierta en Sevilla, durante el segundo día de la fase 1 del plan de desescalada.Eduardo Briones (Europa Press)

La ropa para bebés, niños y mujeres se encareció más que ningún otro producto durante el mes de abril según los datos revelados este jueves por Instituto Nacional de Estadística (INE). El textil para los más pequeños incrementó su precio en un 16,9%, mientras que el femenino lo hizo en un 13,1%. Este aumento queda encuadrado en un espacio de tiempo en el que los comercios permanecieron cerrados debido al confinamiento decretado por la ...

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La ropa para bebés, niños y mujeres se encareció más que ningún otro producto durante el mes de abril según los datos revelados este jueves por Instituto Nacional de Estadística (INE). El textil para los más pequeños incrementó su precio en un 16,9%, mientras que el femenino lo hizo en un 13,1%. Este aumento queda encuadrado en un espacio de tiempo en el que los comercios permanecieron cerrados debido al confinamiento decretado por la covid-19, en un sector que registró una caída en ventas del 89,5% durante el mes de abril, según recoge el Barómetro de Acotex, la patronal del textil.

En el tercer escalón más alto en cuanto al aumento de los precios se sitúan los hoteles, hostales, pensiones y servicios de alojamiento similares, que elevaron su valor en un 10,6%, ligeramente por encima de las legumbres y hortalizas (tanto frescas como refrigeradas), a excepción de las patatas y otros tubérculos, que lo hicieron en un 10,4%. En el extremo opuesto de la tabla de valores se encuentran los combustibles líquidos, que vieron rebajado su valor de venta en un 18,1%, seguidos de los fósiles como la gasolina (8,9%) y el gasóleo (8,6%), golpeados por la caída sin precedentes del precio del barril de petróleo West Texas Intermediate (WTI), que en ese periodo llegó a desplomarse un 305%.

La parálisis comercial imperante durante el mes de abril en la que se vieron sumergidas todas aquellas actividades consideradas no esenciales (como la apertura de las tiendas de ropa, joyerías, tiendas de electrónica...) y que solo se ha visto aligerada con la entrada de algunas comunidades autónomas en la fase 1 de la desescalada el pasado 11 de mayo —en la que se permite el levantamiento de algunas persianas de comercios (con medidas todavía restrictivas)— acuna la modificación de los precios de determinados productos. Especialmente el de aquellos dedicados a la moda. No en vano, el incremento del precio del calzado en bebés y niños (8,5% y 7,3%) y hombre (6,8%), sumado al de otro tipo de artículos de vestir (7,2) copan las posiciones más altas de esta clasificación.

Por debajo de ellos, alimentos como la pizza (3,6%) o el marisco (3,5%) también sufrieron un notable ascenso en su cotización el pasado mes de abril. Y es que el encarecimiento de los alimentos subió en su conjunto un 2,6% sobre el mes de marzo, y un 4% respecto al año pasado. Por contra, productos perecederos y más demandados por bares y restaurantes (en ese momento cerrados al público) como la carne de ovino vivieron una caída del 2,1%.

La falta de actividad en las empresas y comercios también tuvo su reflejo en la bajada de la demanda de energía eléctrica. Según el INE, el precio de la luz cayó un 5,8% respecto al mes de marzo, y un 19,9% en comparación con el año pasado. El gas, sin embargo, no sufrió ninguna alteración, algo que también le sucedió a los hidrocarburos licuados como el butano o el propano, que se mantuvieron estables. El sector del transporte público y privado, uno de los más castigados por la reducción drástica de movilidad durante el confinamiento (en marzo el transporte público perdió la mitad de sus usuarios) tampoco modificó su escala de precios en abril, igual que peajes y aparcamientos.

La fruta, lo que más ha subido en un año

El inevitable condicionante de la covid-19 en la alteración del precio de los distintos productos durante el pasado mes de abril toma mayor dimensión cuando se compara con los registros del mismo periodo en el año 2019. En esta puesta en conjunto de las fotografías estadísticas de los dos últimos meses de abril salen a relucir dos apartados alimenticios que han visto elevado su costo en el trascurso de los últimos doce meses: las frutas frescas o refrigeradas (12,8%), y el pescado (10,5%). Entre medias se encuentran los artículos de joyería y bisutería, otra de las patas que más ha crecido en este tiempo (12,2%); igual que sucede con la carne de porcino (8,2%) y el azúcar (7,9%).

En la parte baja de la tabla, como no podía ser de otra forma con el histórico desplome del sector, se sitúan los distintos combustibles, tanto el líquido (34,1% menos), como la gasolina (17,2%) y el gasóleo (18,2%), que han visto rebajado sustancialmente su precio en apenas un año; a los que se une también la electricidad (19,9%). Sin embargo, muy cerca de este podio de productos rebajados se encuentra también el aceite de oliva (9,8%) o los equipos de telefonía móvil (8,2%) y los ordenadores personales (6,2%).

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