Madrid fue la comunidad más afectada por la caída de la venta de viviendas en marzo
La estadística del INE señala que a los registros llegaron un 19% menos de compraventas, pero el porcentaje varía mucho entre autonomías
Los registros de la propiedad de toda España anotaron el pasado marzo 34.806 compraventas de vivienda, un 18,6% menos que un año antes, según los datos del Instituto Nacional de Estadística difundidos este miércoles. Ese porcentaje, sin embargo, varió enormemente entre comunidades autónomas. Madrid aparece como el territorio más afectado (-30,8% de compraventas) y Murcia como el que menos (-4,2%).
El propio instituto estadístico, en una nota anexa a su informe mensual, recuerda que la libertad de movimientos quedó restringida con la declaración del estado de alarma del 14 de marzo. Al d...
Los registros de la propiedad de toda España anotaron el pasado marzo 34.806 compraventas de vivienda, un 18,6% menos que un año antes, según los datos del Instituto Nacional de Estadística difundidos este miércoles. Ese porcentaje, sin embargo, varió enormemente entre comunidades autónomas. Madrid aparece como el territorio más afectado (-30,8% de compraventas) y Murcia como el que menos (-4,2%).
El propio instituto estadístico, en una nota anexa a su informe mensual, recuerda que la libertad de movimientos quedó restringida con la declaración del estado de alarma del 14 de marzo. Al día siguiente, añade, una resolución del organismo competente dio instrucciones a los registradores, por lo que “la atención diaria al público en los Registros de la Propiedad se ha hecho exclusivamente mediante correo electrónico o por vía telefónica” durante gran parte del mes. Aunque esa orden se aplicaba por igual a toda España, lo cierto es que la capacidad de unos u otros registros para seguir funcionando con medios telemáticos pudo estar en el origen de la diferencias entre comunidades. A grandes rasgos, si se miran los dos extremos (Madrid y Murcia), una primera conclusión es que la intensidad de la epidemia de coronavirus pudo marcar la evolución de cada territorio. Pero entre las dos orillas, esa lógica deja de funcionar.
Si se miran, por ejemplo, los cuatro grandes mercados autonómicos de compra de vivienda, se observa que por detrás de Madrid, el segundo más afectado fue Andalucía con un descenso de operaciones registradas del 20,8%, por encima de la media nacional. Después, ya por debajo de esa media, se sitúan la Comunidad Valenciana (-15,8%) y Cataluña (-13,7%). Sin embargo, Cataluña ha sido una de las comunidades más golpeadas por la epidemia (719 diagnosticados por cada 100.000 habitantes, según los últimos datos disponibles en Sanidad) y Andalucía una de las que menos (146 diagnosticados por cada 100.000 habitantes).
Si se observa de nuevo el conjunto del país, el descenso de la venta de viviendas del 18,6% es prácticamente la mitad del que ayer cuantificaban los notarios (-37,5%). El motivo de ese salto, y seguramente también de las diferencias entre comunidades, reside en la fuente de datos que usa el INE. Este bebe de los registros de la propiedad, donde realmente llegan las operaciones inmobiliarias que se han firmado normalmente un mes o dos antes. En una situación excepcional como la alarma sanitaria actual, los datos dependen por tanto del volumen de compraventas que haya habido previamente, pero también de que esas operaciones se estén registrando (hay particulares o empresas que pueden haber retrasado el envío al registro a la espera de que la situación pase) así como también de la capacidad de respuesta de los propios registradores, quienes han habilitado procedimientos para dar prioridad a los servicios considerados esenciales.
Entre los expertos, existe el consenso de que la estadística que más fielmente refleja lo que pasa en un determinado mes es la de notarios, que expresa todas las ventas que realmente se han firmado en ese mes, pero el INE mantiene su fuente tradicional para no romper el valor de su serie, que es anterior a que el Centro de Información Estadística del Notariado comenzase a recabar sus propias cifras. Es por tanto factible que el derrumbe observado en los datos de las notarías se traslade a la estadística oficial en sus próximas entregas. Lo mismo sucedió el año pasado cuando un cambio en la ley hipotecaria alteró el mercado un par de meses: esas ondulaciones se vieron en la estadística notarial en junio y julio (los meses en que se produjo el problema que ralentizó la concesión de préstamos) pero el reflejo llegó a los datos del INE en sus informes de agosto y septiembre.
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