Los empresarios acusan a Trabajo de generar “alerta y confusión” con la guía del coronavirus
Los sindicatos critican que el Gobierno no les haya consultado y CEOE y Cepyme consideran que el documento publicado por el ministerio es un “grave error”
Los empresarios consideran excesiva y desproporcionada la reacción del Ministerio de Trabajo con el coronavirus. La patronal acusa al departamento dirigido por Yolanda Díaz de cometer un “grave error” al publicar de forma unilateral una guía de actuación en el ámbito laboral por el coronavirus que dice que “las empresas deberán paralizar la actividad laboral si hay riesgo grave e inminente de contagio”. Los empresarios han criticado: “Gen...
Los empresarios consideran excesiva y desproporcionada la reacción del Ministerio de Trabajo con el coronavirus. La patronal acusa al departamento dirigido por Yolanda Díaz de cometer un “grave error” al publicar de forma unilateral una guía de actuación en el ámbito laboral por el coronavirus que dice que “las empresas deberán paralizar la actividad laboral si hay riesgo grave e inminente de contagio”. Los empresarios han criticado: “Genera alerta y confusión al no corresponder con la valoración del riesgo realizada por el Ministerio de Sanidad”, dicen la CEOE y Cepyme en un comunicado conjunto. Los sindicatos, por su parte, lamentan que el ministerio no les haya convocado a una reunión antes de publicar el manual. En cambio, la titular del departamento, Yolanda Díaz, ha declarado que su “único propósito” era la “prevención de la salud”.
Trabajo apuntó el martes que estudiaba un protocolo para empresas y trabajadores sobre cómo actuar ante la crisis del coronavirus. Un día después ha publicado una guía en la que recomienda a las compañías adoptar las medidas “organizativas o preventivas que, de manera temporal, eviten situaciones de contacto social, sin necesidad de paralizar la actividad”. A partir de ahí, el manual da un salto y apunta que, “cuando no resulta posible” detener la posibilidad de contagio y ante situaciones de “riesgo grave e inminente”, las empresas tienen que informar y “adoptar medidas [...] para que, en caso de peligro grave, inminente e inevitable, las personas trabajadoras puedan interrumpir su actividad”.
Desde que se conoció el contenido de la guía, se barruntaba el enfado de los empresarios y cierto malestar de los sindicatos. Lo primero: no gustó que Trabajo no les convocara antes para tratar con ellos del contenido. Pero en la orilla empresarial el enfado era mayúsculo, como evidencia el tono del comunicado que CEOE y Cepyme sacaron poco antes de las nueve de la noche. Acusan al ministerio de Yolanda Díaz de cometer “un grave error” por una guía “que genera alerta y confusión al no corresponder con la valoración del riesgo realizada por el Ministerio de Sanidad”.
“Con esta iniciativa”, prosigue el comunicado, “el ministerio desoye a los interlocutores sociales y deja al margen la necesaria protección de las empresas en un momento trascendente”. Según los empresarios, el documento no aporta ninguna novedad. “Se limita a la transcripción de normas y procedimientos poco adecuados para hipotéticas situaciones de urgencia por razones de riesgo de salud pública”, concluyen.
Denuncian las dos confederaciones empresariales que, con su guía, el ministerio “deja al margen la necesaria protección de las empresas en un momento trascendente”. Con esta frase, las patronales intentan llamar la atención sobre la falta de medidas para ayudar a las compañías que se vean obligadas a paralizar la producción por falta de suministros o por riesgo de contagio. “La salud, evidentemente, es lo primero”, defendía anoche un dirigente empresarial.
En la orilla sindical tampoco gustó la publicación de la guía. Lamentaban las formas más que el fondo: “Hubiera estado bien que antes el ministerio nos llamara”, lamentó el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, que reclamó que la guía vaya acompañada de una explicación a los delegados sindicales de prevención laboral. “El Gobierno debe tranquilizar a los profesionales”, continuó. Este jueves, Álvarez, líder del UGT, ha sido más contundente: “Es una guía unilateral y es poco recomendable que, sin consultarnos, tome la decisión de poner en marcha esta guía (...) Lo razonable sería que pudiéramos hablar con Sanidad y con Trabajo y que las decisiones sean conjuntas, conocidas y compartidas con los agentes sociales”.
En CC OO, su responsable de Salud Laboral, Pedro Linares, señaló que el manual “no es más que un recordatorio de lo ya previsto en la ley de riesgos”. Este sindicalista echa de menos que el Gobierno no haya sido más “propositivo” y pide un decreto que regule los niveles de alerta y las acciones que acompañan a cada nivel.
Antes de conocerse el comunicado de CEOE, la guía ya había provocado revuelo. Por eso, la ministra Díaz defendió en los pasillos del Congreso la actuación de su departamento: su “único propósito” era la “prevención de la salud”. “Los demás bienes están sujetos a lo principal, que es controlar los riesgos, que no existan contagios y actuar como estamos haciendo”, continuó. “El Gobierno, con el ministro de Sanidad [Salvador Illa] a la cabeza, está actuando correctamente y, por tanto, no aceleremos riesgos que, a día de hoy, parece que no existen”, apostilló la ministra.