La Bolsa se queda huérfana: los analistas ignoran más de 60 valores

En el mercado hay miedo a que cada vez haya menos valores estudiados debido a la mayor transparencia que exige Mifid II

Interior de la Bolsa de Madrid.Zipi (Efe)

La transparencia en los mercados financieros tiene un coste y también puede provocar, paradójicamente, efectos no deseados. El próximo 17 de abril, las gestoras de los fondos de inversión tendrán que informar a sus clientes si asumen ellas el coste del análisis de empresas en las que invierten o si será el propio partícipe del fondo el que tenga que pagar esta factura. Antes de entrar en vigor la ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

La transparencia en los mercados financieros tiene un coste y también puede provocar, paradójicamente, efectos no deseados. El próximo 17 de abril, las gestoras de los fondos de inversión tendrán que informar a sus clientes si asumen ellas el coste del análisis de empresas en las que invierten o si será el propio partícipe del fondo el que tenga que pagar esta factura. Antes de entrar en vigor la directiva europea Mifid II, existía un cierto compadreo por el que el intermediario que compraba o vendía las acciones en las Bolsas regalaba el análisis de las empresas a las gestoras a cambio de lo que cobraba por ejecutar la compraventa de las acciones o de los bonos. Así, en el precio de la comisión por intermediación se incluía el análisis gratuito. Pero esta práctica ya es imposible: Europa lo prohíbe.

Javier Méndez Llera, secretario general del Instituto Español de Analistas Financieros (IEAF) explica que el concepto de unbundling (separación entre los servicios de análisis y compraventa, según recoge Mifid II) “es positivo porque incorpora una claridad y transparencia que nunca había existido en el negocio de la operativa bursátil. Ataca posibles conflictos de interés entre intermediarios (brokers) e inversores porque o bien se contrataba a precios no competitivos en base a que un buen análisis lo podría compensar o, por el contrario, se escondía un servicio deficiente de recomendación y asesoramiento dentro del proceso de ejecución. Es evidente que la mejor ejecución y el mejor análisis no deben ir mezclados en un mismo servicio”.

Desde la Asociación Española de Accionistas Minoritarios de Empresas Cotizadas (AEMEC) consideran que la medida impuesta por la Mifid II es razonable en la protección de los inversores. “Tiene el sentido de que la gestora no disimule sus costes, lo que la hace más transparente y obliga a una gestión más eficiente donde se publique si repercuten o no el análisis a sus partícipes. La situación actual era opaca y lesiva para los inversores. Una buena muestra es que esta separación molesta a la industria, y eso es bueno”.

Esta ruptura del statu quo llega a España con retraso y lleva ya años practicándose en el Reino Unido, país pionero en estas prácticas. Javier Domínguez, socio director de Auriga Bonos y experto en temas de Mifid, estima un ahorro de unos 180 millones de libras para los partícipes de los fondos en los últimos años. Y pone el dedo en la llaga de aquellos que se quejan por empezar a pagar el análisis de empresas que antes era gratis. “Es posible compensar el menor coste de la intermediación que se va a producir ahora con tener que pagar el análisis de empresas que te vende el intermediario”.

Desde una gestora de fondos española cuantifican lo que realmente está pasando con la intermediación en Bolsa y el análisis empresarial. “Antes estábamos pagando el 0,25% por ejecutar una orden en Bolsa y ahora se puede hacer la misma operación a un coste del 0,05%, incluso menos. Ahora bien, antes el intermediario hacía una retrocesión de parte de ese 0,25% a nuestro grupo y ya no, por lo que perdemos ingresos y además tenemos que pagar el análisis”, explica.

Rebajas

¿Cuánto le puede costar a una gestora de fondos o a un grupo inversor, por ejemplo, el análisis que antes se daba gratis? Fuentes consultadas por EL PAÍS apuntan a que hace meses intermediarios nacionales e internacionales pretendían cobrar por sus estudios en torno a 100.000 euros al año, “pero los han ido bajando, se han ido abaratando y ahora es posible conseguirlos por entre 10.000 o 20.000 euros siempre que operes con ellos”. Y añaden: “hay firmas pequeñas de intermediarios con los que operas que te las dan gratis, aunque suelen ser pequeñas notas. Se nos están acercando también grandes bancos que negocian a la baja el precio de su análisis: como lo siguen produciendo, se lo paguen o no, buscan llegar a acuerdos”, explican.

Desde la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) indican que su función en este ámbito se limita a la supervisión en el ámbito nacional. “Dado lo reciente de su aplicación, aun no se dispone de datos sobre sus efectos”.

Pero empiezan a conocerse algunas pistas de lo que supone esta Mifid II sobre todo en el ámbito europeo que ha sido más diligente en adoptar la nueva normativa. CFA Institute, la Asociación Global de Profesionales de la Inversión, ha publicado los resultados de una nueva encuesta entre 500 gestores de cartera, analistas y otros profesionales europeos que revela el impacto de Mifid II en el coste, la calidad y la cobertura de los estudios de inversiones. El 57% de fondos e inversores afirmaron haber recibido una cantidad menor de investigación procedente de los bancos de inversión que antes de la directiva. La encuesta explica que un mercado más competitivo lleva a una reducción en los proveedores y un menor número de analistas. Los encuestados expresaron su preocupación por la cobertura de la investigación, ya que en torno al 50% afirmaron ver una disminución en la cobertura de los activos de pequeña y mediana capitalización.

El temor surge porque esta nueva situación provoque que los analistas dejen de seguir las compañías medianas y pequeñas y se centren solo en el análisis de las grandes. El tema es importante porque, según datos de BME, cerca de 60 valores cotizados en Bolsa española carecen de cobertura en la actualidad, a los que habría que sumar otras 40 compañías del MAB.

El secretario de la IEAF dibuja un panorama muy complicado: “Estamos estimando que la tendencia es que, al menos el 50% de los valores cotizados se queden sin un solo intermediario que pueda ofrecer información y criterio analítico sobre los mismos. De hecho, algunas de las grandes ya están sufriendo un descenso muy significativo de los analistas que las cubren de forma habitual y con la profundidad que se merecen”. Y añade: “Se podría tender, por tanto, a una situación perversa cual es que los inversores tengan menos interés o sean incapaces de conseguir análisis serio y profesional de las pequeñas y menos líquidas”.

Javier Zapata, secretario general de Emisores Españoles explica que la entrada en vigor de la Mifid II puede tener un efecto desfavorable en el análisis de las compañías cotizadas. Nuestra asociación, que representa los intereses de las cotizadas en la Bolsa y en los mercados españoles, está preocupada ya que un buen número de compañías, de capitalización mediana o pequeña, pueden quedar huérfanas de análisis, lo que afectaría a su posible negociación en el mercado. En concreto, tal efecto podría afectar también a una parte de las compañías del Ibex 35”, concluye.

Iniciativa de BME

En mayo del pasado año Bolsas y Mercados Españoles y el Instituto Español de Analistas Financieros pusieron en marcha Lighthouse con el fin de dar cobertura de análisis a aquellos valores cotizados que no son seguidos por las firmas financieras. Y así lo manifestaba el director de mercados de BME, Jorge Yzaguirre: “La falta de análisis de las compañías cotizadas provoca importantes efectos negativos: menor liquidez, inadecuada valoración y dificultad de acceso a los inversores, de ahí la importancia y necesidad de la creación de Lighthouse”.

Javier Domínguez, socio director de Auriga Bonos, explica que con esta directiva se están tomando otras iniciativas. Una de ellas es que las propias empresas que se han quedado sin análisis deciden pagarlo. También existen grandes grupos que recogen análisis de distintos intermediarios y luego los colocan a distintos inversores y, por último,” grupos de analistas independientes que empaquetan su análisis y luego lo venden, aunque esta propuesta aún no ha llegado a España”, explica.

Archivado En