La Reserva Federal se prepara para ajustar el proceso de reducción del balance

El presidente del banco central de EE UU indica que hay señales conflictivas en la economía que justifican ser pacientes

Jerome Powell, presidente de la Reserva FederalLeah Millis (REUTERS)

Una economía saludable con algunos puntos débiles. Ese es el resumen hecho por el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, de la coyuntura en su comparecencia semestral ante el Senado. El crecimiento es sólido, asegura, aunque más lento que en 2018. Reconoce que hay “señales conflictivas” e indica que la inflación está cerca del objetivo, lo que justifica ser “pacientes” al elevar los tipos de interés y se declara listo para ajustar el mecanismo de reducción del balance si es necesario.

Powell asegura que el precio del dinero está actualmente a un nivel adecuado. El tono de su i...

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Una economía saludable con algunos puntos débiles. Ese es el resumen hecho por el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, de la coyuntura en su comparecencia semestral ante el Senado. El crecimiento es sólido, asegura, aunque más lento que en 2018. Reconoce que hay “señales conflictivas” e indica que la inflación está cerca del objetivo, lo que justifica ser “pacientes” al elevar los tipos de interés y se declara listo para ajustar el mecanismo de reducción del balance si es necesario.

Powell asegura que el precio del dinero está actualmente a un nivel adecuado. El tono de su intervención inicial está, además, en línea de lo esperado pese a que insista en las "corrientes cruzadas" que se observa en la economía. El proceso de normalización de la política monetaria, insiste, se hará a la luz de la evolución de la economía y del sistema financiero. “A largo plazo”, añade, “el tamaño del balance lo determinará la demanda” por estos activos.

La Fed dejó los tipos de interés intactos el pasado enero en el 2,25% y el 2,5%. Es posible que se queden al nivel actual hasta junio. El acta de la última reunión indicaba además que buena parte de los miembros que participan en las decisiones del banco central están dispuestos a que pare el proceso para reducir los activos de deuda que acumula en balance, que actualmente asciende ronda los cuatro billones de dólares.

La autoridad monetaria de EE UU se desprendió ya de bonos por un valor equivalente al medio billón. Pero para dar ese paso, antes debería detallar el plan y así dar certidumbre a los actores del mercado sobre el curso que va a seguir a partir de ahora el proceso de normalización. La idea de la pausa es disponer de datos que permitan determinar el perfil de crecimiento de la economía y los riesgos.

Hay división, sin embargo, entre los miembros de la Fed sobre la marcha de la economía. Unos opinan que será lo suficientemente robusta este año como para proceder a al menos dos nuevos incrementos de tipos. En el lado opuesto están los que recurren al argumento de la inflación, para decir que no repuntará y que eso permite tener margen. El debate, por tanto, es dónde está el tipo neutral.

Ante esta situación, el presidente Powell volvió a repetir que el banco central será “paciente” al definir el curso de la política monetaria. La moderación del crecimiento global, el Brexit y la tensión comercial elevaron en meses pasados la volatilidad en los mercados. “Las condiciones financieras apoyan menos el crecimiento”, advierte, al tiempo que garantiza que sigue de cerca la situación.

El presidente de la Fed venía diciendo que la reducción del balance era un proceso que avanzaba en piloto automático. Pero la incertidumbre creciente le obligó a matizar. Los tipos de los bonos a corto y largo plazo están ahora muy cerca. La inversión en las curvas suele ser el anticipo de una recesión a medio plazo. Powell descarta en este momento una contracción de la actividad económica.

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