¿Vas a pedir un préstamo? Antes, reorganiza el presupuesto de tu hogar

Los expertos indican que tener un balance saneado es el primer paso para evitar el riesgo de morosidad

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La tendencia de las familias a endeudarse crece. Con el ahorro doméstico bajo mínimos, los nuevos créditos al consumo se incrementaron más del 15% en 2017, lo que llevó el saldo hasta unos 100.000 millones, según el Banco de España. Estos datos llevan al supervisor a preocuparse por repunte de la morosidad que acompaña este aumento, aunque lo defina “contenido”, como aparece en su último informe sobre estabilidad financiera.

Para evitar el sobreendeudamiento, ...

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La tendencia de las familias a endeudarse crece. Con el ahorro doméstico bajo mínimos, los nuevos créditos al consumo se incrementaron más del 15% en 2017, lo que llevó el saldo hasta unos 100.000 millones, según el Banco de España. Estos datos llevan al supervisor a preocuparse por repunte de la morosidad que acompaña este aumento, aunque lo defina “contenido”, como aparece en su último informe sobre estabilidad financiera.

Para evitar el sobreendeudamiento, la inscripción en un fichero de morosos y sus nefastas consecuencias, los expertos aconsejan que la decisión de contraer un crédito al consumo llegue siempre precedida por una atenta reflexión y el estudio de posibles alternativas. Una vez tomado el préstamo, sin embargo, no hay que bajar la guardia, sino que habrá que vigilar con mucha atención el presupuesto del hogar.

Reducir gastos

Lo primero es aplicar la llamada regla del 33%. “Para evitar problemas de solvencia, será necesario asumir solo deudas acordes a nuestro nivel de ingresos”, subraya el asesor financiero Pablo Souto. “Por ello, por norma general, la cuota mensual de nuestros préstamos no debería superar la tercera parte de lo que ingresamos en el mismo período”, añade. Si se presentara algún imprevisto o, en todo caso, antes de suscribir un crédito, será imprescindible revisar todos los gastos personales, con el objetivo de aminorar algunos y ahorrar ciertas cantidades de dinero que servirán para ganar solvencia.

Gorka Berrenetxea, director financiero de iMorosity, una empresa especializada en solvencia patrimonial, asegura que “lo ideal sería destinar un mayor importe al ahorro familiar, para posibles imprevistos”. No obstante, “con los sueldos tan bajos que se dan ahora, es muy difícil para una inmensa cantidad de familias simplemente ahorrar algo”, admite en seguida. Lo que le lleva a señalar que la clave está en priorizar los gastos y organizar el presupuesto familiar.

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¿En qué se gastan el dinero las familias? Casi el 10% del gasto medio de los hogares se va en hoteles y restaurantes, según la última Encuesta de presupuestos familiares del INE, otro 6% en ocio y cultura, y el 2% en bebidas alcohólicas y tabaco, aproximadamente. De esta manera, casi una quinta parte del presupuesto se destina a actividades relacionadas con el ocio, lo que supone unos 6.000 euros al año por familia. “De estos gastos será más fácil prescindir cuando es necesario ajustarse el cinturón”, señala la portavoz de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), Ileana Izverniceanu. “Por ejemplo, se puede limitar el número de veces en que salimos a comer o cenar fuera de casa”, agrega.

Otro capítulo importante del gasto de los hogares es el que se dedica al transporte, que supone el 11,6%. Puesto que en España la media es de dos vehículos por familia, casi todo ese desembolso (más del 90%) corresponde a su adquisición y mantenimiento. “Si se prescinde del segundo vehículo y se utiliza más el transporte público, se encontrará una manera muy eficaz de recortar otra fuente importante de gasto”, apunta Izverniceanu.

Echar bien los cálculos

Antes de empezar a utilizar las tijeras, el primer paso consiste en identificar todos los gastos, sugiere la portavoz de OCU. Para ello, lo más conveniente es anotarlos durante un mes y buscar al mismo tiempo todos aquellos que tienen una periodicidad superior, como los recibos del IBI, el impuesto de circulación del Ayuntamiento o los seguros cuyas primas suelen ser de carácter anual (por ejemplo, los del coche o del hogar). Se deberá dividir su importe por el número de meses que tiene un año y se sumará el resultado a los gastos mensuales, para obtener la cifra aproximada del total del mes.

El siguiente paso será clasificar estos gastos en dos grupos: los imprescindibles y los que no son verdaderamente necesarios. “En el primero irán los relacionados con la vivienda, como el alquiler o el préstamo hipotecario, los impuestos sobre la misma, otros préstamos pendientes, los suministros de luz, agua, gas y teléfono, los de alimentación, vestido y calzado, y el transporte, entre otros”, dice Izverniceanu. “En el segundo, los destinados al ocio: por ejemplo, las salidas nocturnas, el tabaco, o la televisión de pago”, añade.

Una vez elaborada la lista, habrá que decidir cuáles se eliminan para poder equilibrar el presupuesto, “teniendo en cuenta que es también posible recortar entre los gastos imprescindibles”, en palabras de la portavoz de OCU. Por último, aunque no se tengan problemas económicos, gestionar bien el ahorro, en la medida de lo posible, es muy importante para paliar la sorpresa de un recibo con el que no contábamos, entre otros inconvenientes.

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