Grecia cae en recesión por tercera vez desde 2010

La recaída llega en un momento relativamente dulce tras el acuerdo para desbloquear el tercer rescate

Bruselas -
Manifestación en Atenas por las reformas previstas por el Gobierno griego.ALEXANDROS VLACHOS (EFE)

Dice Bruselas que Grecia crecerá más del 2% este año. Que ha vuelto la confianza, que se revitaliza el consumo, que el empleo mejora, que esta va a ser una gran temporada turística. Dice la Comisión Europea que Atenas ha superado todas las expectativas desde el punto de vista fiscal, con un superávit primario (antes del pago de intereses de la deuda) mejor de lo previsto tras la enésima oleada de recortes. Pero las estadísticas cuentan otra historia: la economía griega entró de nuevo en recesión al cierre del tercer trimestre, por tercera vez en lo ...

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Dice Bruselas que Grecia crecerá más del 2% este año. Que ha vuelto la confianza, que se revitaliza el consumo, que el empleo mejora, que esta va a ser una gran temporada turística. Dice la Comisión Europea que Atenas ha superado todas las expectativas desde el punto de vista fiscal, con un superávit primario (antes del pago de intereses de la deuda) mejor de lo previsto tras la enésima oleada de recortes. Pero las estadísticas cuentan otra historia: la economía griega entró de nuevo en recesión al cierre del tercer trimestre, por tercera vez en lo que va de crisis, según los datos de Eurostat. Una triple recesión con macrocifras dignas de una guerra: el desempleo roza el 25%, la deuda pública está cerca del 200% del PIB, la Gran Crisis se ha llevado más del 25% de la riqueza desde 2010 y los niveles de pobreza son alarmantes.

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El PIB griego cayó el 0,1% en el trimestre del año. Y había bajado ya el 1,2% en el último cuarto de 2016: la literatura económica, a pesar de la murga que da el brazo ejecutivo de la UE, dictamina que dos trimestres consecutivos de retroceso del PIB equivalen a una recesión.

El lío del rescate

La paradoja es que la recaída llega en un momento relativamente dulce, más allá de los pronósticos. Atenas y las instituciones anteriormente conocidas como troika han llegado a un acuerdo político para desbloquear el tercer rescate y evitar que el país se quede sin blanca en verano. El Ejecutivo está a punto de aprobar un paquete legislativo —con recortes fiscales y de pensiones—, y después debería llegar una reestructuración de deuda y la inclusión de los bonos griegos en las compras del BCE. Nadie tiene ningún interés en que Grecia entre de nuevo en crisis este verano. Y pese a que Alemania se resiste al mil veces prometido jubileo de la deuda, todo parece bien encaminado.

Grecia prepara incluso una emisión de deuda en julio, en lo que supondría su regreso al mercado desde 2014. Con el Gobierno de Syriza de capa caída en las encuestas, Grecia necesita imperiosamente noticias como esa. Pero sobre todo necesita que regrese el crecimiento para salir de esa palabra difusa que procede del griego: crisis.

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