América Latina tiene poca oferta digital

La región se convierte en el primer consumidor global de webs extranjeras por la falta de plataformas locales

La noticia corrió como la pólvora. "Netflix dejará de transmitir su contenido en América Latina". El bulo, difundido a través de las redes sociales en 2015, se esparció por toda la región en unas cuantas horas y la firma tuvo que salir, a toda prisa, a sosegar el fuego. "No hagas caso a los rumores, nuestro streaming es para siempre", rezaba el mensaje de la compañía en su cuenta de Twitter. Abandonar el mercado latinoamericano nunca ha sido una opción para la empresa estadounidense: ante la poca oferta local, la zona se ha convertido en el mayor consumidor de plataformas digitales foráneas.

Jóvenes consultan sus móviles en el barrio de Vigário Geral, en Río de Janeiro. Cordon Press

"Existe un desfase extremadamente preocupante", explica Pablo Bello, director ejecutivo de la Asociación Interamericana de Empresas de Telecomunicaciones (Asiet). "Hay una gran demanda, pero una reducida oferta regional", comenta. Según un análisis realizado por Raúl Kantz, investigador y profesor de la Universidad de Columbia, América Latina es la región del mundo con menor porcentaje de plataformas digitales propias. Solo un 26,6% de los sitios web, redes sociales o buscadores consultados con regularidad por sus ciudadanos se han desarrollado en tierras latinoamericanas. La mayoría pertenece...

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"Existe un desfase extremadamente preocupante", explica Pablo Bello, director ejecutivo de la Asociación Interamericana de Empresas de Telecomunicaciones (Asiet). "Hay una gran demanda, pero una reducida oferta regional", comenta. Según un análisis realizado por Raúl Kantz, investigador y profesor de la Universidad de Columbia, América Latina es la región del mundo con menor porcentaje de plataformas digitales propias. Solo un 26,6% de los sitios web, redes sociales o buscadores consultados con regularidad por sus ciudadanos se han desarrollado en tierras latinoamericanas. La mayoría pertenece a firmas extranjeras, sobre todo de EE UU.

Incluso, la región presenta cifras por debajo a las del sureste asiático (con una producción local del 27,03%), Oriente Próximo y África (con un 27,20% y un 32,34%, respectivamente). Por el otro lado, América del Norte (EE UU y Canadá con un 57,79%) y Rusia (con un 67,22%) tienen los mayores porcentajes, abunda el estudio de Kantz. El desequilibrio entre oferta y demanda da lugar a una transferencia de recursos desde la zona a naciones más avanzadas. Se están importando bienes de alto valor agregado (los servicios digitales) y la región solo se encarga de proveer los insumos (infraestructura de telecomunicaciones) para que los contenidos lleguen a los usuarios finales, reza un documento de la Cepal.

"Cuantificar el impacto económico de este fenómeno es complicado, pero lo que queda claro es que los países latinoamericanos se están quedando atrás", afirma Sebastián Cabello, director regional de GSMA. Esta consultora de análisis, que representa los intereses de 800 operadores de telefonía móvil en el mundo, dice en un estudio que la falta de plataformas propias está entre las principales barreras (junto a la alfabetización digital y la asequibilidad del servicio) para ampliar la penetración de conexiones en la zona, en donde el 45,6% de la población no tiene acceso a la Red. "En muchas localidades utilizarían Internet si existiese un modo de difundir su contenido local. Porque si tienen que enterarse de las noticias encienden la radio... No encuentran algo importante en la web para ellos", afirma Cabello.

El problema de una pobre oferta regional tiene su origen en el antiguo marco regulatorio que prevalece en diversos países de la región, dice Antonio García, especialista en telecomunicaciones para la División de Competitividad e Innovación del Banco Inter­americano de Desarrollo (BID). América Latina y el Caribe aún mantienen normativas obsoletas, muchas de ellas de finales de los años noventa del siglo pasado o principios de 2000 donde, por ejemplo, el concepto de Internet de banda ancha no existía, destaca el experto.

En la mayoría de los países latinoamericanos, los sitios de origen internacional (Google, Facebook, Microsoft y Yahoo) ocupan las primeras cuatro posiciones en términos de usuarios únicos, según el informe desarrollado por Kantz que toma como base datos de la firma de análisis Alexa. La única excepción es el portal UOL en Brasil, que resalta la importancia de los particularismos lingüísticos en la elección de contenidos, destaca el documento. Sin embargo, hay plataformas que tienen un despliegue latinoamericano, ocupando una posición entre los 10 primeros países de la región. Tal es el caso de Mercado Libre (sitio de comercio electrónico lanzado en Argentina, que aparece entre las 10 páginas más vistas en Argentina, Brasil, Colombia, México, Uruguay y Venezuela) y Taringa (red social también argentina, con un importante despliegue en la región).

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De igual manera, los portales de noticias asociados a periódicos locales tienden a ocupar las primeras 10 posiciones en cada país (Clarín y La Nación en Argentina, el grupo Globo en Brasil, El Tiempo en Colombia, El Universal en México, El País en Uruguay, y Grupo Copesa en Chile), detalla el informe. Pero los que acaparan el consumo en toda la zona son las redes sociales estadounidenses. Ocho de cada 10 latinoamericanos enchufados al mundo digital utilizan con regularidad algunos de estos sitios (Facebook, Twitter y Linkedin). En el mundo, la media llega al 63,5%, y en países desarrollados —en donde la penetración de Internet ronda el 80%—, el uso de estas herramientas apenas rebasa el 60%, según las cifras de Telecom Advisor Services.

En los últimos cinco años, el gran desafío de la zona fue reducir la brecha de conexiones a Internet, destaca Bello. "Se han dado pasos importantes, pero aún queda mucho camino por andar", asegura el experto. El número de usuarios pasó de 34,7% en 2010 a un 54,4% en 2015, según datos de la Cepal. Ahora el reto, tanto de los Gobiernos como de las empresas privadas, es seguir avanzando en la penetración y al mismo tiempo impulsar la generación de plataformas propias, ofreciendo incentivos a la creación, asegura el representante de la Asiet. "No se puede esperar a que el repunte de la economía latinoamericana venga nuevamente de la venta de las materias primas... Los servicios digitales deberán de convertirse en protagonistas", concluye.

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