Análisis

Cómo fuimos, cómo somos

España ha sufrido una fuerte involución en las condiciones de vida de sus ciudadanos

“Tenemos cosas que cambiar y lo haremos, pero no en política económica”, dijo el presidente de Gobierno, Mariano Rajoy, ante un público mayoritariamente empresarial convocado en Sitges por el Círculo de Economía. En el mismo foro, unas horas antes, el ministro de Economía, Luis de Guindos, señaló que “no hay caminos intermedios” para España entre tasas de crecimiento como las actuales (3,5%, a ritmo interanual) y el estancamiento de antaño.

Una vez más, en ambos discursos estuvo ausente la cara oculta de la prosperidad. No será por falta de datos: sus intervenciones estuvieron precedida...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

“Tenemos cosas que cambiar y lo haremos, pero no en política económica”, dijo el presidente de Gobierno, Mariano Rajoy, ante un público mayoritariamente empresarial convocado en Sitges por el Círculo de Economía. En el mismo foro, unas horas antes, el ministro de Economía, Luis de Guindos, señaló que “no hay caminos intermedios” para España entre tasas de crecimiento como las actuales (3,5%, a ritmo interanual) y el estancamiento de antaño.

Más información

Una vez más, en ambos discursos estuvo ausente la cara oculta de la prosperidad. No será por falta de datos: sus intervenciones estuvieron precedidas por la Encuesta de Condiciones de Vida (ECV), que todos los años realiza el Instituto Nacional de Estadística (INE), y que pinta un país devastado. Esa encuesta proporciona datos como los siguientes: que se reducen los ingresos medios anuales de los hogares españoles (se retrocede en el bienestar); que el riesgo de pobreza o exclusión social (un indicador agregado que combina el riesgo de pobreza, la carencia material y la baja intensidad en el empleo) alcanza a uno de cada tres hogares (el 29,2%), o que la tasa de riesgo de la pobreza, que mide la desigualdad, aumentó casi otros dos puntos (del 20,4% al 22,2%) en el periodo de un año. Menos ingresos, más pobreza, más desigualdad, salpicados por otras tres o cuatro tendencias indignas de un país desarrollado: el 16,1% de las familias dice llegar a fin de mes con dificultad; el 42,4% no tiene capacidad para afrontar gastos imprevistos o el 45% no puede irse de vacaciones ni siquiera una semana al año.

Con ser tan lamentable este mapa, lo es más si se establecen, al menos, dos comparaciones: cómo han evolucionado las condiciones de vida en el periodo en el que el PP está en el Gobierno, y cómo lo han hecho en el largo periodo desde que comienza la crisis y hoy. Respecto a la primera, si se tienen en cuenta las cifras de la ECV de 2013, elaboradas con datos de 2012 (primer año de Administración del PP), el resultado es concluyente: menos ingresos, más pobreza, más desigualdad. En cuanto a la comparación entre antes de la crisis y ahora, los ingresos de los hogares prácticamente se han estancado, y han subido casi tres puntos la desigualdad y 4,5 puntos el riesgo de pobreza y exclusión social (aunque éste se mide con el indicador de un año después; antes no era utilizado por el INE).

¿Alguna referencia de Rajoy y Guindos a esta realidad? Ninguna. Como si no se hubieran celebrado las elecciones que han dado resultados tan catastróficos para el partido que representan. ¿Han aprendido algo?

Archivado En