La basura como materia prima

Ebioss entra en una sociedad portuguesa para convertir residuos urbanos en energía

Óscar Leiva, fundador de Ebioss.Pablo Moreno

Rusia ha cortado el gas a Ucrania y ha vuelto a poner sobre la mesa la necesidad de la autonomía energética en los países de su área de influencia. En 2006 Óscar Leiva vio en ese problema una oportunidad y creó Ebioss Energy, una ingeniería especializada en el diseño y la construcción de centrales termoeléctricas basadas en biomasa, pensadas básicamente para reducir la dependencia en países de Europa del Este, con seis meses de frío y gran necesidad de calefacción.

Pero la sociedad ha dado un salto en su objetivo inicial y plantea ahora convertir la basura en fuente de energía de sus ce...

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Rusia ha cortado el gas a Ucrania y ha vuelto a poner sobre la mesa la necesidad de la autonomía energética en los países de su área de influencia. En 2006 Óscar Leiva vio en ese problema una oportunidad y creó Ebioss Energy, una ingeniería especializada en el diseño y la construcción de centrales termoeléctricas basadas en biomasa, pensadas básicamente para reducir la dependencia en países de Europa del Este, con seis meses de frío y gran necesidad de calefacción.

Pero la sociedad ha dado un salto en su objetivo inicial y plantea ahora convertir la basura en fuente de energía de sus centrales. Según un estudio realizado por el Gobierno del Estado alemán de Badden-Wurttemberg, hay en juego en ese segmento más de 36.000 millones de euros durante esta década, y otros análisis apuntan que el 17% de la energía mundial se producirá en 2020 gracias a la quema de la basura. Recientemente, Ebioss obtuvo dos licencias para construir dos nuevas centrales de gasificación de residuos de 1,5 megavatios (MW), que entran en los planes del Gobierno de Sofía para reducir su dependencia energética.

No se trata de quemar directamente las bolsas de basura, pero sí de hacerlo con un gas sintético obtenido a partir de estas. Ebioss tiene una alianza con una empresa suiza para tener a mano ese proceso y ahora ha dado un nuevo paso para completar el ciclo. Ha adquirido el 51% del portugués Grupo TNL, especializado en la fabricación de contenedores de basuras y en sistemas de recogida inteligente, y con presencia en Portugal, España, Canadá, Brasil, Sudáfrica y Emiratos Árabes. Los sistemas que ha desarrollado permitirán optimizar, agilizar y abaratar el proceso de recogida de residuos en las ciudades de todo el mundo.

“La basura va a convertirse en una commodity más”, afirma convencido Leiva, quien cree que el modelo energético que vende su compañía aporta numerosas ventajas. Las más importantes: convertir un residuo en un recurso, abaratar la energía y liberar de emisiones la atmósfera, al evitar parte de la incineración de basuras. “Es el sueño que cualquiera ha tenido”, se reafirma.

“TNL nos permite”, explica el presidente de Ebioss sobre la última operación que ha realizado la compañía, “estar en la primera y en la última fase de la gestión de la basura y nos da capacidad para entrar en otros negocios”. Pero la adquisición, de la que Evia se niega a cuantificar, también aportará ingresos a la compañía, ya que factura en torno a ocho millones al año. El contrato más importante fue el que cerró en Abu Dabi, donde se hizo con el sistema de gestión y compactación de residuos.

Ebioss Energy, que generó unos ingresos el año pasado de 5,3 millones de euros, contempla en su plan de negocio escalar hasta los 20,1 millones y los 41,3 millones de euros en 2014 y 2015, respectivamente. Para poder afrontar la cartera de pedidos necesarios para conseguir esas magnitudes, la compañía, que cotiza en el mercado alternativo bursátil, ha efectuado dos ampliaciones de capital en los últimos meses. La última, de unos 15 millones de euros, la cerró la pasada semana y ha supuesto la entrada de fondos de inversión y sicav.

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