Los servicios destruyen ocho de cada diez empleos
Todos los sectores destruyeron puestos de trabajo el año pasado
El peso del sector servicios fue determinante en la destrucción de empleo a finales del año pasado. Ocho de cada 10 puestos de trabajo destruídos procedían del sector que tiene mayor protagonismo en la economía españolas. En total, de los 363.200 empleos desaparecidos, poco más de 300.000 procedían de este sector. No fue el único. También la construcción y la industria se sumaron a la caída.
El protagonismo del sector terciario de la economía desciende en el análisis anual. Tiene todavía el papel principal (el desplome del consumo se nota mucho en esta rama) pero comparte el foco con la...
El peso del sector servicios fue determinante en la destrucción de empleo a finales del año pasado. Ocho de cada 10 puestos de trabajo destruídos procedían del sector que tiene mayor protagonismo en la economía españolas. En total, de los 363.200 empleos desaparecidos, poco más de 300.000 procedían de este sector. No fue el único. También la construcción y la industria se sumaron a la caída.
El protagonismo del sector terciario de la economía desciende en el análisis anual. Tiene todavía el papel principal (el desplome del consumo se nota mucho en esta rama) pero comparte el foco con la construcción. En 2012 se trituraron 850.400 empleos, poco más de la mitad en los servicios. El siguiente es la construcción, que acabó con 203.000 puestos de trabajo.
En el último trimestre del año pasado, solo creció el empleo en la agricultura, un sector en el que el empleo depende mucho de las campañas agrícolas en marcha (lo que técnicamente se llaman variaciones estacionales). Aumentó en 63.600 trabajos. No obstante, en el conjunto del año, el dato que realmente da la medida de cual es la tendencia, el empleo cayó en 24.000 empleos.
Desde que el empleo tocó techo en España, en el tercer trimestre de 2007, la crisis se ha llevado por delante 3,557 millones, hasta caer a los 16,9 millones al acabar 2012. Este desplome no se entiende sin averguar lo sucedido en la construcción, un sector en el que se han destruido casi 1,7 millones de empleos.