El rescate mil veces negado

“No va a haber ningún rescate de la banca española”, declaró Rajoy a finales de mayo

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.ÁLVARO GARCÍA

“No va a haber ningún rescate de la banca española”, sentenció Mariano Rajoy el pasado 28 de mayo en la primera rueda de prensa en solitario del presidente del Gobierno desde que accedió al cargo. En cambio, no era la primera vez que Rajoy negaba que España fuera a solicitar ayuda alguna a sus socios comunitarios. Apenas cinco días antes, lo había hecho en París tras reunirse con el recién investi...

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“No va a haber ningún rescate de la banca española”, sentenció Mariano Rajoy el pasado 28 de mayo en la primera rueda de prensa en solitario del presidente del Gobierno desde que accedió al cargo. En cambio, no era la primera vez que Rajoy negaba que España fuera a solicitar ayuda alguna a sus socios comunitarios. Apenas cinco días antes, lo había hecho en París tras reunirse con el recién investido presidente francés, François Hollande. “Desde luego a fecha de hoy, el Gobierno no tiene ni interés ni ninguna intención de acudir a cualquier fondo de la UE o de cualquier otro organismo”.

Estos dos actos forman parte de una actuación más amplia y muy similar a la de los rescates de Grecia, Irlanda o Portugal. En las hemerotecas se pueden encontrar sin muchos esfuerzos rosarios de declaraciones de los antiguos primeros ministros (Yorgos Papandreu, Brian Cowen y José Sócrates, respectivamente). “Portugal no necesita ningún fondo de rescate. Lo único que necesita es confianza”, declaró Sócrates días antes de que su Gobierno, en funciones, pidiera el rescate.

Menos contundente que hace dos semanas, este jueves Rajoy vino a decir que si se pedía un rescate, no sería inminente. "Cuando conozcamos la cifra y hayamos hablado con todos los socios europeos, como estoy haciendo en estos días, tomaremos la decisión que sea mejor para los intereses generales de los españoles”,

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Más escurridizo que Rajoy fue el ministro de Economía, Luis de Guindos, un día antes, el miércoles. Tras reunirse con el Partido Popular europeo en Bruselas, declaró: "No ha habido la más mínima cuestión, la más mínima pregunta sobre una situación de rescate". Daba a entender que en su horizonte más próximo no había una reclamación de ayuda a los socios comunitarios.

Pero esta misma semana el Gobierno ya ha empezado a torcer el brazo. El martes el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, lo admitió implícitamente: “La cifra que necesita el sector financiero español no es muy alta, la cuestión es el procedimiento de dónde vendrá esa cifra. Por eso lo importante es que se abran las instituciones europeas y apuesten por la consecución de esa cifra. Por la facilidad de esa cifra. Las cifras son perfectamente accesibles, no son un drama. Lo que hace falta es que las instituciones europeas se pongan en marcha y busquen esa recapitalización bancaria a través de procedimientos para que haya más Europa, no para ayudar a nadie”. En la misma entrevista, en Onda Cero, el responsable de Hacienda dijo que “la prima de riesgo dice que España no tiene abierta la puerta de los mercados”.

No obstante, un día después, el grupo parlamentario popular destituyó a José María Beneyto de su puesto como coordinador de la subcomisión parlamentaria del FROB, el organismo que suministra ayudas públicas a la banca. Beneyto, responsable también de relaciones internacionales de el PP,  había declarado el fin de semana pasado que la intervención de España era "posible"

Esta semana el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, pidió un rescate de forma implícita

También el FMI, la institución que puso en la picota a Bankia, lo que acabó en la nacionalización de la entidad, ha negado que España le hubiera planteado algún tipo de plan y hubiera reclamado auxilio. "No existe tal plan. No hemos recibido ninguna petición al respecto y no estamos trabajando en ninguna ayuda financiera", dijo en la institución dirigida por Chistine Lagarde, tras verse el fin de semana pasado en Washington con la vicepresidenta española, Soraya Sáenz de Santamaría. Las palabras del FMI sirvieron a la gobernante española. Sáenz de Santamaría negó que España fuera a solicitar rescate alguno remitiéndose al comunicado del organismo internacional.

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