Preescolar na Casa se da de vida hasta que acabe el curso escolar

La Xunta no consigna partidas para su financiación

Preescolar na Casa no podrá sobrevivir más allá del próximo agosto. La Xunta le ha asestado la estocada final. Por inacción: 35 años después de su creación se ha desentendido del proyecto que subvencionaba. Ayer, el comité de empresa registró una iniciativa legislativa popular para instar al Gobierno gallego a que "reconsidere" su renuncia a la financiación. Benestar destinaba 400.000 euros.

Para la tramitación parlamentaria de la iniciativa, por la que el comité de Preescolar na Casa pretende que la Xunta incorpore este programa dentro de los servicios propios de Educación, son necesar...

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Preescolar na Casa no podrá sobrevivir más allá del próximo agosto. La Xunta le ha asestado la estocada final. Por inacción: 35 años después de su creación se ha desentendido del proyecto que subvencionaba. Ayer, el comité de empresa registró una iniciativa legislativa popular para instar al Gobierno gallego a que "reconsidere" su renuncia a la financiación. Benestar destinaba 400.000 euros.

Para la tramitación parlamentaria de la iniciativa, por la que el comité de Preescolar na Casa pretende que la Xunta incorpore este programa dentro de los servicios propios de Educación, son necesarias 15.000 firmas. La aportación del Gobierno gallego "se ha reducido a cero", precisó ayer el presidente del comité de empresa, José Expósito. La Xunta ha ido retirando una a una las partidas con las que la ONG pagaba las nóminas del personal. En el nombre de la crisis, Política Lingüística bajó hace ya unos meses su aportación de 90.000 a 45.000 euros y Educación suprimió los 75.000 que aportaba. Este departamento mantuvo el dinero para hacer frente a las nóminas (no así los gastos de desplazamiento y dietas) de 13 profesores, aunque trabajaban 43 contratados y 10 funcionarios. Ahora ha anunciado que retirará también esta partida de los presupuestos para el próximo año.

Sin la partida fundamental, el patronato de la fundación decretó un ERE: rescindió los contratos a 27 trabajadores y mantuvo a 15. Y su labor cayó en picado: las 3.848 familias que seguían el programa se quedaron en apenas 1.000.

Todos los departamentos que colaboraban con el proyecto educativo -pionero en la potenciación de la parentalidad positiva: la formación de los padres para contribuir a la mejor educación de sus hijos- fueron deshaciéndose del programa.

Con el anuncio de la supresión definitiva también de la partida recortada que quedaba, el programa no podrá sostenerse. Dispone apenas de "pequeños apoyos" de diputaciones provinciales y de otras instituciones que se suman a la aportación que hasta el momento realizaba el Ministerio de Sanidad. "Si no conseguimos otros medios de financiación, no podremos darle continuidad al servicio", puntualizó ayer Expósito.

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