La Policía Municipal vigilará siete instalaciones

Algunas piscinas se han convertido en un posible riesgo para los usuarios y, sobre todo, para los trabajadores. Resulta frecuente en algunos barrios que más de una persona se cuele saltando las vallas o que se enfrenten a los responsables de seguridad cuando estos tratan de sacarlos u obligarles a que abonen el precio de la entrada. En los últimos veranos ha sido frecuente que saltara a los medios de comunicación alguna agresión más o menos grave.

Para evitar esta situación la Policía Municipal ha decidido incrementar la vigilancia en determinadas instalaciones deportivas de la región, ...

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Algunas piscinas se han convertido en un posible riesgo para los usuarios y, sobre todo, para los trabajadores. Resulta frecuente en algunos barrios que más de una persona se cuele saltando las vallas o que se enfrenten a los responsables de seguridad cuando estos tratan de sacarlos u obligarles a que abonen el precio de la entrada. En los últimos veranos ha sido frecuente que saltara a los medios de comunicación alguna agresión más o menos grave.

Para evitar esta situación la Policía Municipal ha decidido incrementar la vigilancia en determinadas instalaciones deportivas de la región, según adelantó esta semana el concejal de Seguridad, Pedro Calvo Poch. Las piscinas serán catalogadas en función de su peligrosidad de forma que sean consideradas alta, media o baja. La presencia policial estará prácticamente garantizada en las primeras. Y de momento son siete: Aluche, Orcasitas, San Fermín, Palomeras, La Elipa, Moratalaz y Vicálvaro.

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El baremo utilizado para esta clasificación ha sido la conflictividad y las incidencias que se han registrado en los últimos veranos, según explicó el concejal. Por eso, no resultará extraño ver a agentes uniformados que se pasean por los lugares más conflictivos para evitar altercados y que se produzcan hurtos o pequeños robos entre los usuarios.

Cuatro visitas diarias

Fuentes municipales explicaron que está previsto que en cada turno los agentes vayan al menos dos veces por cada piscina. Eso se traducirá en que por la mañana y por la tarde dos policías recorran la instalación en dos ocasiones, ya que los turnos cambian a las tres de la tarde. También se ha fijado un procedimiento de aviso en caso de que ocurra alguna incidencia importante. En principio, no habrá agentes de paisano, pero no se descarta su uso en determinadas instalaciones deportivas y en determinados momentos. "Las necesidades y el día a día serán las que nos digan qué es lo que tenemos que hacer. A lo mejor en cierto momento es necesario poner un coche patrulla en la entrada de las piscinas si vemos que hay problemas", relataron fuentes municipales.

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Esta es la primera vez que la vigilancia por parte de la Policía Municipal incluye el refuerzo de seguridad dentro de la Operación Verano en la que también se vigilarán los puntos más frecuentados por turistas, en especial los distritos de la almendra central, y los parques, como Madrid Río.

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