"En música, las etiquetas pueden ser negativas"

Jack Johnson es el cabeza de cartel del festival Cruïlla, que empieza hoy

Jack Johnson (Hawai, 1975) es uno de esos nombres que en la música pasan de estar de moda a construir un movimiento alrededor de él. Auspiciado por el genial Ben Harper, lleva 10 años de carrera musical tras haber dejado el surf y abandonar su pasión cinematográfica. La gira mundial de su último álbum, To the Sea, le lleva hoy al festival Cruïlla BCN, que se celebra en el parque del Fòrum y mañana estará en el Bilbao BBK Live de la capital vizcaína. Responde por teléfono, agotado por una gira de "más de 100 conciertos" y con ganas de tocar en Barcelona. No será la primera vez que visita...

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Jack Johnson (Hawai, 1975) es uno de esos nombres que en la música pasan de estar de moda a construir un movimiento alrededor de él. Auspiciado por el genial Ben Harper, lleva 10 años de carrera musical tras haber dejado el surf y abandonar su pasión cinematográfica. La gira mundial de su último álbum, To the Sea, le lleva hoy al festival Cruïlla BCN, que se celebra en el parque del Fòrum y mañana estará en el Bilbao BBK Live de la capital vizcaína. Responde por teléfono, agotado por una gira de "más de 100 conciertos" y con ganas de tocar en Barcelona. No será la primera vez que visitará la capital catalana, incluso ha llegado a tener un percance en un viaje en coche.

Johnson asegura que volverá a Hawai "para hacer un poco de surf" y también para "escribir algunas canciones". Explica su secreto. "No tener prisa para hacer un álbum nuevo es importante para mí", asegura y revela cómo hace las canciones: "Empiezo con la melodía, con la guitarra. Me inspiro en el jazz, o en la bossa nova. Me gusta Miles Davis. Tarareo mientras compongo, le doy cuerpo a la canción. Las letras vienen a partir de ahí", sostiene Johnson. Este último disco ha sido número uno en las listas norteamericanas con más de 240.000 copias vendidas en tan solo una semana.

Pero Jack Johson es más que un cantante. Es un activista, un ecologista comprometido que crea programas para las escuelas hawaianas y colabora con ONG. Hace poco ha estado en Japón y le afectó. "El accidente nuclear fue totalmente increíble, terrorífico. Es brutal lo que la energía nuclear puede hacer a las personas".

Y sobre su música, a la pregunta de si ha evolucionado, de si se ha vuelto más oscuro (o menos naïf), no responde. "No leo a los críticos. No me interesan las etiquetas porque en música son superfluas, no aportan nada y, además, pueden llegar a ser negativas". Esta noche a las 23.30 horas se oirán sus éxitos inevitables -Banana Pancakes, Wasting Times y Hope- y podrá comprobarse si ha cambiado su espíritu. El festival Cruïlla cuenta en su cartel con nombres como Madness, Public Enemy, Iron & Wine, Antònia Font, Calle 13 y Delafé.

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