Cartas al director

El 15-M y la lógica del poder

Pobres los políticos increpados cuando iban a acomodarse en sus escaños del Parlament. El movimiento 15-M ha rechazado los incidentes y no se siente representado por los alborotadores. Días atrás la policía catalana apaleó a unos cuantos miembros del movimiento (las imágenes no mienten). Pero el consejero de Interior de la Generalitat dio la razón a sus policías y los que tienen que responder ante el juez son los que han osado perturbar el paseo de los políticos. Por un lado tenemos el Movimiento 15-M, que rechaza la violencia; por otro, una institución que legitima la de sus policías. Gran pa...

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Pobres los políticos increpados cuando iban a acomodarse en sus escaños del Parlament. El movimiento 15-M ha rechazado los incidentes y no se siente representado por los alborotadores. Días atrás la policía catalana apaleó a unos cuantos miembros del movimiento (las imágenes no mienten). Pero el consejero de Interior de la Generalitat dio la razón a sus policías y los que tienen que responder ante el juez son los que han osado perturbar el paseo de los políticos. Por un lado tenemos el Movimiento 15-M, que rechaza la violencia; por otro, una institución que legitima la de sus policías. Gran parte de los medios de comunicación -y, por supuesto, de los políticos- condena a los jóvenes y quita hierro a la acción violenta de los que deberían estar al servicio del pueblo y gozan de la mayor impunidad. Esta lógica del poder es, precisamente, lo que más legitima a los indignados. Rousseau decía que los políticos eran empleados del pueblo. Hoy el Movimiento 15-M es el que mejor representa ese punto de vista. Bienvenidos.-Manuel Caamaño. Madrid.

He leído en la edición digital de EL PAÍS unas declaraciones de Marcelino Iglesias, el secretario de Organización del PSOE. En ellas aseguraba que su partido estaba escuchando atentamente las peticiones realizadas por el Movimiento 15-M. Esto me sorprendió gratamente, en aras de que pueda ver la luz un diálogo directo entre políticos y ciudadanos. Acto seguido, atribuía las causas de la protesta a la crisis económica y se lamentaba de que una parte de los simpatizantes sintieran desapego por la política. Según sus palabras, en España hay una generación de jóvenes que no han vivido la Transición y que pueden sentir descontento ante una crisis económica. Esta fue la decepción después de la sorpresa. Porque por supuesto que hay muchos jóvenes que no hemos vivido la Transición y estamos descontentos ante la actual situación del país, y que hay otros que sienten desapego por la política. Me parece una simplificación que quiera empequeñecernos por esos dos hechos. Le recuerdo que el 15-M exige un cambio en la política. ¿Acaso no es esto estar interesado por la política? El interés por la política no se demuestra estando afiliado a un partido o siendo su simpatizante. El interés por la política se demuestra haciendo ver que nos sentimos concernidos y preocupados por el funcionamiento de las cosas. Y para demostrar dicho interés, no es necesario que vivamos épocas o situaciones difíciles, tales como una transición o una grave crisis económica. Estamos mucho más involucrados de lo que ustedes creen, de lo que quieren creer o de lo que quieren que la gente crea. Lo que ustedes vivieron fue la Transición de una dictadura a una democracia. Lo que nosotros queremos es una transición a una democracia real, y para ello, posiblemente sean ustedes los que deban politizarse más.-Íñigo Samper. Madrid.

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