Reportaje:

Del acueducto al grifo

El Muhba expone la historia del agua en Barcelona desde el siglo I antes de Cristo

No le damos importancia porque siempre que abrimos el grifo el agua comienza a fluir si no hay sequía ni corte de suministro. Pero la incorporación sistemática del agua en el ámbito doméstico es relativamente reciente. De hecho, a finales del siglo XIX las viviendas que se construían en Barcelona en las que había bañera o elementos fijos para la higiene personal eran escasas y estos estaban apartados de las estancias principales, ya que la higiene no era una actividad cotidiana e incluso se consideraba poco moral.

Junto a la revolución neolítica, la urbana y la industrial, la introducci...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

No le damos importancia porque siempre que abrimos el grifo el agua comienza a fluir si no hay sequía ni corte de suministro. Pero la incorporación sistemática del agua en el ámbito doméstico es relativamente reciente. De hecho, a finales del siglo XIX las viviendas que se construían en Barcelona en las que había bañera o elementos fijos para la higiene personal eran escasas y estos estaban apartados de las estancias principales, ya que la higiene no era una actividad cotidiana e incluso se consideraba poco moral.

Junto a la revolución neolítica, la urbana y la industrial, la introducción del agua significó un paso de gigante en el avance de la humanidad. Así lo creen los organizadores de la exposición La revolución del agua en Barcelona. Agua corriente y ciudad moderna 1867-1967, que abre sus puertas en el Museo de Historia de Barcelona (Muhba) hasta el 25 de septiembre. Dividida en cinco ámbitos que marca una gran estructura formada por tubos de conducción de agua suspendida del techo gótico del Tinell, la exposición, a base de imágenes, planos, piezas de la época (como plumas de metal que medían el caudal de agua) y vídeos, explica la relación entre Barcelona y el agua a lo largo del tiempo, desde la construcción del acueducto romano para abastecer de agua del Besòs a los habitantes, las industrias y las termas de la colonia Barcino en el siglo I antes de Cristo, hasta el cierre de los baños públicos y la llegada de las aguas del Ter a mediados del siglo XX.

Tras el acueducto, en la época medieval se creó otra infraestructura que todavía puede verse en la ciudad: el Rec Comtal. Junto a su cauce surgieron, desde el siglo XI, molinos para aprovechar la energía del agua y se crearon nuevas fuentes que, situadas en un mapa, muestran dónde se concentró el poder político y social.

"Pero la tecnología de los romanos no fue superada en Barcelona hasta la segunda mitad del siglo XIX, cuando comenzó a construirse el Eixample y hubo que buscar mayor cantidad de agua para abastecer y poder eliminar las aguas fecales", asegura el comisario Manel Guàrdia. "La demanda doméstica, no la industrial, fue el detonante para que se superara el abastecimiento tradicional y se creara un nuevo modelo del agua que, además, permite entender el aumento demográfico, el desarrollo urbanístico y el crecimiento industrial de la ciudad", explica.

Es en este momento, "ante la pasividad municipal", cuando surgen empresas privadas que acaban concentradas en 1882 en la Societat General d'Aigües de Barcelona, de capital francés, que tras la agregación de otros municipios acabó siendo el principal operador de la metrópoli en 1897. La empresa se empleó a fondo en la construcción de nuevos pozos, torres de aguas, centrales y acueductos -como el de Dosrius- y del alcantarillado que eliminaría los pozos ciegos que creaban muchos problemas de salubridad en el Eixample de Cerdà.

La exposición concluye con la captación superficial de las aguas del Llobregat (en los años cincuenta del siglo XX ) y del Ter (en los setenta de la misma centuria), que generó una gran polémica en Girona. Estos procesos "permitieron la generalización del servicio", concluye Guàrdia.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Cuando la exposición concluya se instalará definitivamente en la Casa del Aigua de Sant Andreu, una estación de bombeo ubicada en la Trinitat Vella, que gestionarán el Muhba y la Fundación Trinijove, que lucha por la inserción social. Además, se ha editado la guía Aigua/BCN, con todos los elementos patrimoniales que perviven vinculados a la historia del agua en Barcelona.

Torre de las aguas de Catalana de Gas (1906).

Sobre la firma

Archivado En