Desalojo en 24 horas en Les Corts

Detenidos dos jóvenes que 'okuparon' el lunes una casa en la colonia Castells

Okupada el lunes, desalojada el martes. Barcelona vivió ayer otro desalojo exprés, este a cuenta de la Guardia Urbana en la colonia Castells, del barrio de Les Corts, y por orden del distrito. "No llevaban ni un día", explicaba una vecina de la colonia que vio como dos jóvenes habían destapiado una de las casitas que, como la suya y otras 270 de la colonia, están condenadas a la piqueta. La casita okupada está en la calle de Castells y ya era propiedad del Ayuntamiento, de ahí la rapidez del desalojo. La Guardia Urbana se presentó a primera hora de ayer, entró en la casa y detuvo...

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Okupada el lunes, desalojada el martes. Barcelona vivió ayer otro desalojo exprés, este a cuenta de la Guardia Urbana en la colonia Castells, del barrio de Les Corts, y por orden del distrito. "No llevaban ni un día", explicaba una vecina de la colonia que vio como dos jóvenes habían destapiado una de las casitas que, como la suya y otras 270 de la colonia, están condenadas a la piqueta. La casita okupada está en la calle de Castells y ya era propiedad del Ayuntamiento, de ahí la rapidez del desalojo. La Guardia Urbana se presentó a primera hora de ayer, entró en la casa y detuvo a dos jóvenes, uno de ellos con antecedentes. Los dos, un chico y una joven, fueron acusados de usurpación y resistencia.

"Yo he vivido muy feliz aquí 40 años pero ahora me da miedo", explicaba Mariona, propietaria de una de las casitas que está a un paso de las excavadoras. Dice que quiere irse cuanto antes y que confía en que le toque uno de los pisos del primer bloque ya acabado en la Travessera de Les Corts para realojar a los afectados por el plan urbanístico de la colonia Castells. Son casitas bajas en medio del distrito levantadas en 1923 -entre las calles de Entença, Montnegre, Equador i Taquígraf Serra- que se convertirán en bloques de pisos -400- y equipamientos. Como un dominó, los afectados no se pueden ir hasta que no estén listos los nuevos pisos. La primera fase ha sido de 58. Máximo, uno de los ocupantes de los nuevos pisos, dice que le ha tocado la lotería: "Vivía en una casita de 36 metros cuadrados con el retrete en el patio y ahora tengo un piso de 80 metros". Las máquinas se comen a bocados las paredes de las casitas ya desocupadas. Algunas, no más de 10, fueron ocupadas al poco de iniciarse el proceso urbanístico. Unas cuantas por jóvenes del movimiento okupa y otras, en cambio, por necesidad vital. Como Chiprian, un ciudadano rumano que se instaló en una hace cuatro años: "Ya sé que me tendré que buscar la vida de nuevo".

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