El último dique

Acto central de campaña para el PSC; con Hereu, Chacón, González, Montilla y Zapatero de principales protagonistas. La prensa está convocada en la calle Nicaragua, para ir hacia el Palau Sant Jordi. Nos llevan en el bus oficial, al que de tanto trajín se le ha estropeado el cambio y solo puede ir a 40 por hora (mala metáfora para empezar).

Todos los profesionales andan electrizados por el cartel de la tarde. ¿Qué dirá Montilla? ¿Se alargará tanto Felipe como de costumbre? ¿Prometerá algo Zapatero? Todavía faltan dos horas para que empiece y las gradas se van llenando por momentos. En el...

Acto central de campaña para el PSC; con Hereu, Chacón, González, Montilla y Zapatero de principales protagonistas. La prensa está convocada en la calle Nicaragua, para ir hacia el Palau Sant Jordi. Nos llevan en el bus oficial, al que de tanto trajín se le ha estropeado el cambio y solo puede ir a 40 por hora (mala metáfora para empezar).

Todos los profesionales andan electrizados por el cartel de la tarde. ¿Qué dirá Montilla? ¿Se alargará tanto Felipe como de costumbre? ¿Prometerá algo Zapatero? Todavía faltan dos horas para que empiece y las gradas se van llenando por momentos. En el pabellón la música está a un volumen sangrante. La cosa da comienzo con un retraso de 30 minutos. Según van diciendo los organizadores, hay más gente que en el concierto de Shakira y esperan que haya más que hoy, cuando Artur Mas cerrará aquí mismo su campaña. De momento, el personal baila el waka waka y juega con unos globos gigantescos, que van flotando sobre nuestras cabezas. En la grada mucha banderita y poca pancarta. En una de ellas, contagiado de espíritu deportivo, alguien ha escrito: "¡Contamos contigo, Montilla!".

Jordi Hereu, que el día anterior estuvo en la actuación de la cantante colombiana, apela a la Cataluña de izquierdas. Le sigue Carme Chacón, que hace un repaso a los vídeos electorales y recuerda el otro Palau (el de Millet). La aparición de Felipe González resulta apoteósica. El ex presidente se dirige a Montilla para pedirle que sea responsable tanto si sigue gobernando como si no sale elegido (lagarto, lagarto). Mientras, Montilla recurre a la comparación de la sociedad catalana con un dique "que ha de detener el tsunami conservador que recorre Europa". Zapatero, convertido en cabeza de cartel, habla el último. Sin prometer nada (menos mal), acusa de irresponsable al PP por sembrar dudas sobre la economía española, mientras le interrumpe un grupo de saharauis. En un último intento por parar la ola, el PSC ha echado toda la carne en el asador.