"No hay que dar por zanjada la reforma laboral"

Juan Rosell (Barcelona, 1957) se presenta a las elecciones para presidir la CEOE casi cinco años después de haberlo intentado. Entonces, asegura, el agitado contexto político le hizo desistir para no provocar "ningún cisma" en la patronal española.

Pregunta. ¿Esta vez sí se presentará?

Respuesta. Va absolutamente en serio, iremos hasta el final. Hace cinco años hicimos un programa para renovar la patronal a petición del presidente [José María] Cuevas. Y después pareció que ese documento no convenía ponerlo en circulación, aunque lo entregué a todas las organizacione...

Juan Rosell (Barcelona, 1957) se presenta a las elecciones para presidir la CEOE casi cinco años después de haberlo intentado. Entonces, asegura, el agitado contexto político le hizo desistir para no provocar "ningún cisma" en la patronal española.

Pregunta. ¿Esta vez sí se presentará?

Respuesta. Va absolutamente en serio, iremos hasta el final. Hace cinco años hicimos un programa para renovar la patronal a petición del presidente [José María] Cuevas. Y después pareció que ese documento no convenía ponerlo en circulación, aunque lo entregué a todas las organizaciones de la CEOE. Y a partir de esa fecha llegaron ya otras circunstancias políticas que dificultaron el proceso y decidí no presentarme.

"Respeto la opinión de Esperanza Aguirre, pero ella no vota en la CEOE"

"Patronal y sindicatos tenemos que partir de cero desde ahora"

P. ¿Tanto ha cambiado el contexto?

R. El momento político era tremendamente complicado. Fue la época de la opa de Gas Natural a Endesa, cuando yo estaba en el Consejo de la eléctrica. Si hubiera decidido presentarme, seguro que hubiese perdido contra Cuevas y hubiéramos hecho mucho daño a la organización.

P. Pero otro candidato, Santiago Herrero, dice que la CEOE corre el riesgo de desmembrarse.

R. No veo ese peligro. La CEOE está en un momento importante, en el que debe plantearse cambios, como todas las empresas y organizaciones. Y deben hacerse desde dentro.

P. ¿Con qué apoyos cuenta?

R. Con los suficientes para presentarnos. Estamos hablando con el máximo de gente de las 175 organizaciones sectoriales y las 55 territoriales para conocer su opinión y hacer lo que piense la mayoría. No habrá decisiones personalistas; crearemos un grupo fuerte para hacer todos los cambios que sean necesarios contando siempre con la estructura de la CEOE.

P. ¿Prevé más candidaturas?

R. No lo sé, puede haber cuatro, cinco, seis...

P. ¿Y está fraguando algún acuerdo con los otros presidenciables?

R. No hemos llegado todavía a ese punto. Ahora estamos calibrando nuestros apoyos. Hay quien aconseja llegar a algún pacto, pero también quien opina que no pasa nada si uno gana y otro pierde. Después de las elecciones, por el bien de la CEOE, sí llegaremos a acuerdos.

P. ¿Pero descarta llegar a un pacto antes de las elecciones?

R. No descarto nada.

P. Se habla de Manuel Pizarro como candidato de Esperanza Aguirre. ¿Es tal su influencia sobre la CEOE?

R. Tengo muy buena relación con la presidenta de la Comunidad de Madrid, pero igual que con muchos otros presidentes. No pasa nada si ella tiene una opinión al respecto, es libre. Lo que pasa es que ella no vota.

P. Se manifestó contra la sentencia del Constitucional que recortaba el Estatuto. ¿Eso puede pasarle factura?

R. He ido a muchas manifestaciones en mi vida y de muy distintas cosas. Pero Fomento, como institución, no ha apoyado nunca temas políticos. La política la dejamos fuera de esta casa.

P. ¿Cuál es su modelo de patronal?

R. Radicalmente independiente, política y económicamente. Y con unión interna para hacer que este país sea competitivo.

P. ¿Pero apuesta por que sea un grupo de presión, un laboratorio de ideas o un interlocutor social?

R. Un poco de todo. Es muy importante el diálogo con el Gobierno, pero también con los sindicatos. Es uno de los grandes retos de los próximos años, porque nada de lo que hemos hecho hasta la fecha va a poderse repetir. Empresarios y sindicatos vamos a tener que cambiar las formas de hacer y de decir. Hay que asegurar nuestra viabilidad para ser necesarios y útiles a la sociedad.

P. ¿Por qué?

R. En el diálogo social hemos fracasado patronal y sindicatos. Tenemos que ver qué hemos hecho mal. A todos nos interesa que este país sea competitivo y que haya las reformas necesarias y suficientes, preservando muchos de los derechos sociales. Hay que partir de cero, dejar de lado muchos planteamientos.

P. ¿Da por zanjada la reforma laboral?

R. En absoluto. Hay que estudiar qué debemos hacer para volver a crear empleo y que este sea indefinido. Los problemas de nuestro mercado son la entrada en el mercado de trabajo, la flexibilidad interna y la salida. Y a partir de ahí, el absentismo, los horarios... Si lo tratáramos todo desde un punto de vista muy práctico, ganaríamos competitividad.

P. ¿Habría vicepresidentas en su junta?

R. Radicalmente, sí.