vida&artes

La i griega aún alberga esperanzas

La nueva ortografía desata el pulso entre uniformidad y diversidad

La i griega llegó a América en el estandarte que el propio Cristóbal Colón portaba en nombre de Fernando e Ysabel, nombre que aún tardó mucho en escribirse Isabel. La nueva denominación aprobada por las 22 Academias de la Lengua Española impone a la letra el nombre que recibe en América Latina -ye- y enciende el debate sobre la necesidad de uniformar o mantener la diversidad. Pero atentos los habituales resistentes al cambio: si las normas aprobadas no calan, en pocos años decaerán. Eso sí, Isabel nunca volvió a ser Ysabel....

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

La i griega llegó a América en el estandarte que el propio Cristóbal Colón portaba en nombre de Fernando e Ysabel, nombre que aún tardó mucho en escribirse Isabel. La nueva denominación aprobada por las 22 Academias de la Lengua Española impone a la letra el nombre que recibe en América Latina -ye- y enciende el debate sobre la necesidad de uniformar o mantener la diversidad. Pero atentos los habituales resistentes al cambio: si las normas aprobadas no calan, en pocos años decaerán. Eso sí, Isabel nunca volvió a ser Ysabel.

Archivado En