La candidatura socialista a la Comunidad de Madrid

La militancia pide unidad tras la batalla

Horas antes de que se cerraran las urnas, casi todos los militantes socialistas madrileños que se habían acercado a sus agrupaciones para votar en las elecciones primarias repetían que se alinearían con el candidato que ganara. Pero los motivos cambiaban si el interpelado respaldaba a Trinidad Jiménez o a Tomás Gómez. Los de la ministra reiteraban como un mantra que tenía más posibilidades. Los del secretario del PSM, que el esfuerzo debe tener su recompensa.

En Móstoles, la agrupación rescatada tras dos años de suspensión, Pilar Rodríguez, de 35 años, apostaba por Gómez por "trayectori...

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Horas antes de que se cerraran las urnas, casi todos los militantes socialistas madrileños que se habían acercado a sus agrupaciones para votar en las elecciones primarias repetían que se alinearían con el candidato que ganara. Pero los motivos cambiaban si el interpelado respaldaba a Trinidad Jiménez o a Tomás Gómez. Los de la ministra reiteraban como un mantra que tenía más posibilidades. Los del secretario del PSM, que el esfuerzo debe tener su recompensa.

En Móstoles, la agrupación rescatada tras dos años de suspensión, Pilar Rodríguez, de 35 años, apostaba por Gómez por "trayectoria, proyecto e ilusión", pero esperaba que, a partir de hoy, los dos aspirantes trabajen juntos en un programa que "insista en el empleo y en la sanidad pública". Miguel Durán, de 53 años, apostaba por Jiménez: "Tiene más empuje, pero haremos piña con el que gane".

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En la agrupación más grande de Madrid, en Leganés, votaban 1.009 militantes. Guillermo Garrido, de 67 años, quería que ganara Jiménez. "Defenderá mejor la candidatura que Tomás", aseguraba. Óscar Oliveira (34), en cambio, respaldaba a Gómez "porque es el que mejor conoce la realidad de Madrid". Según un interventor, la participación en Leganés se desarrolló a un ritmo de "unos 100 militantes por hora".

En Vicálvaro, la agrupación más pequeña con Barajas, no hubo aglomeraciones: los 129 militantes se repartieron durante el día. A las 15.00, había uno en la puerta, el profesor Juan Antonio Chaparro. Apoyaba a Gómez, entre otros motivos, porque le encanta que dijera "no" a Zapatero: "No se puede forzar a alguien a retirarse". Y añadió: "Lo que debería preocuparnos es tener solo 18.000 militantes en una región con seis millones de personas".

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