Los sicarios El Ronco y El Pollo caen en Valencia

Los colombianos suman más de 200 asesinatos

Mauricio Alberto González, alias Ronco, de 44 años, vivía en un chalé con jardín en L'Eliana, a 20 kilómetros de Valencia. Se casó con una española, un matrimonio de conveniencia. Pasó desapercibido para sus vecinos, y para la policía también porque se limó las yemas de los dedos para modificar sus huellas dactilares. Ninguno imaginaba siquiera que es un sanguinario sicario colombiano que ha hecho del asesinato un oficio vendido al mejor postor. Él, junto a Henry Norberto Valdés Marín, alias Pollo, de 37 años, han firmado más de 200 muertes en Colombia. Dejaban tres puntillas com...

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Mauricio Alberto González, alias Ronco, de 44 años, vivía en un chalé con jardín en L'Eliana, a 20 kilómetros de Valencia. Se casó con una española, un matrimonio de conveniencia. Pasó desapercibido para sus vecinos, y para la policía también porque se limó las yemas de los dedos para modificar sus huellas dactilares. Ninguno imaginaba siquiera que es un sanguinario sicario colombiano que ha hecho del asesinato un oficio vendido al mejor postor. Él, junto a Henry Norberto Valdés Marín, alias Pollo, de 37 años, han firmado más de 200 muertes en Colombia. Dejaban tres puntillas como marca para que nadie confundiera la autoría. El Pollo vivía en Valencia. Despertaba incluso cierta compasión. Se movía en una silla de ruedas. A él también le ajustaron las cuentas. Desde ayer están en prisión incondicional por orden del juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno, después de que la policía los detuviera. Formaban parte de las oficinas de cobro que usan los cárteles de la droga para saldar sus deudas.

Sus víctimas aparecían atadas y con puntillas en la cabeza

El Ronco fue cabecilla del Bloque Héroes de Granada de las Autodefensas Unidas de Colombia. Incumplió lo establecido en el acuerdo de desmovilización del grupo, según relata la Policía Nacional, y fundó una oficina de cobros llamada La Unión. El Pollo era jefe logístico de la oficina de cobros conocida como Las Tres Puntillas o La Negra, vinculada con el cartel del Norte del Valle. Ese grupo de asesinos a sueldo operaba en ocho países. Sus víctimas aparecían atadas, amordazadas y con tres puntillas clavadas en la cabeza.

Según la información facilitada por el enlace policial de Colombia, que alertó de que dos de sus criminales más buscados estaban en España, una de las víctimas de estos sicarios es el futbolista Albeiro Usuriaga, El Palomo. Lo ejecutó un menor de 15 años en febrero de 2004. Además, en su macabra lista se cuentan dos agentes de inteligencia del Departamento Administrativo de Seguridad y de la Policía, y una mujer hallada en una maleta abandonada cerca del zoológico colombiano de Cali.

Los vecinos de L'Eliana repetían ayer los alias de los detenidos con estupor, con sorpresa, con indignación, incluso con miedo. La foto de su vecino sicario no les decía demasiado. No se relacionaban especialmente en el barrio. No se le veía habitualmente entrar y salir.

El Ronco y el Pollo serán extraditados en breve. La justicia colombiana les acusa de homicidio, tenencia ilícita de armas, torturas, tráfico de drogas y secuestro. Su detención la practicaron la Unidad de Droga y Crimen Organizado de la Comisaría General de Policía Judicial y la policía colombiana.

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Henry Norberto Valdés Marín (izquierda) y Alberto González Sepúlveda.

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