"Volvería a subir en 'El Péndulo"

"¡Álex! ¿Quieres hacer la fila bien hecha?", grita Ferran Puig, de 23 años. Trata de poner orden entre 40 críos de ocho y nueve años dispuestos a sudar de lo lindo en el Tibidabo. El parque abrió ayer por primera vez después de que el sábado la atracción de El Péndulo se desplomase y matase a una joven de 14 años. "Yo me subiré si la vuelven a abrir. Esto pasa una vez cada mucho tiempo", opina el monitor, mientras les pone a los niños una pulserita de color naranja que les abre las puertas del cielo. Pero los padres no lo tienen tan claro. "De los 50 que éramos en el casal, 13 se...

"¡Álex! ¿Quieres hacer la fila bien hecha?", grita Ferran Puig, de 23 años. Trata de poner orden entre 40 críos de ocho y nueve años dispuestos a sudar de lo lindo en el Tibidabo. El parque abrió ayer por primera vez después de que el sábado la atracción de El Péndulo se desplomase y matase a una joven de 14 años. "Yo me subiré si la vuelven a abrir. Esto pasa una vez cada mucho tiempo", opina el monitor, mientras les pone a los niños una pulserita de color naranja que les abre las puertas del cielo. Pero los padres no lo tienen tan claro. "De los 50 que éramos en el casal, 13 se han dado de baja", reconoce el joven.

A las seis de la tarde, 1.229 personas habían pasado por el parque. La cifra supone menos de la mitad de los visitantes de un día normal de julio, cuando lo visitan entre 3.000 y 3.500 personas. Mientras los jóvenes (y más de un padre) se montaban en la montaña rusa, El Péndulo seguía desplomado a sus espaldas, chafando parte de La Mina de Oro, sobre la que cayó.Tampoco abrió ayer la atracción El Hurakán. El Ayuntamiento de Barcelona va a revisar todas las instalaciones de arriba abajo y ha optado por empezar por esta porque es de las más fuertes.

El cierre extra pilló de sorpresa a la familia Rodríguez-López, fieles socios de las instalaciones. El padre, Carlos, de 45 años, se ha montado varias veces en El Péndulo. "Y volvería a subir", dijo. A su entender, deben reabrir la atracción. "No dejas de ir a una piscina porque alguien se ahogue", le apoyó su hija Cristina, de 18 años. Mientras, Geray, de cinco años, daba vueltas en una especie de molinito de viento, vigilado por su madre, Mercedes, de 42 años, y su otra hermana, Yaiza, de 13.

En la otra punta, Francisca Montero, de 62 años, asistió al minuto de silencio convocado por el alcalde, Jordi Hereu. "Me da pánico, deberían cerrar El Péndulo, más habiendo muerto una chica", defendió, junto a Andrey Molostava, de 18 años. El joven escuchó su disertación, pero no la entendió. "El chico es ruso, sobrino de mi nuera", aclaró luego la mujer.

Por otra parte, CiU denunció ayer que el parque de Tibidabo carece de licencia Medio Ambiental. El Ayuntamiento aseguró que la licencia no es necesaria en una instalación de ese tipo y añadió que, en cualquier caso, no afecta a la seguridad.