Historia inicia una semana de paros contra el máster docente

Los estudiantes se quejan de falta de plazas, 20 en su itinerario

La facultad de Xeografía e Historia de Santiago inicia este mediodía una semana de paros para protestar contra el reparto de plazas del máster de profesorado, obligatorio para poder concurrir a una plaza pública en el sistema educativo y sustituto del ya desaparecido CAP (Certificado de Aptitude Pedagóxica). De los 75 alumnos que realizaron la preinscripción en el máster por el itinerario de Xeografía e Historia, sólo 20 han obtenido finalmente una plaza. El cambio con respecto al CAP es evidente: además de más barato y de menor duración, ofrecía plazas para todos.

"Ilógico, arbitrario ...

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La facultad de Xeografía e Historia de Santiago inicia este mediodía una semana de paros para protestar contra el reparto de plazas del máster de profesorado, obligatorio para poder concurrir a una plaza pública en el sistema educativo y sustituto del ya desaparecido CAP (Certificado de Aptitude Pedagóxica). De los 75 alumnos que realizaron la preinscripción en el máster por el itinerario de Xeografía e Historia, sólo 20 han obtenido finalmente una plaza. El cambio con respecto al CAP es evidente: además de más barato y de menor duración, ofrecía plazas para todos.

"Ilógico, arbitrario y un ataque a las Humanidades", así define Alba Mariña, miembro de la Asamblea de Xeografía e Historia, el nuevo título exigido a los titulados que desean ejercer la docencia. La previsión de licenciados es de 40 alumnos para Historia, 35 para Historia del Arte y 49 de Ciencias Políticas. Todos ellos, junto a los titulados en Xeografía, Humanidades y Económicas, tendrán que competir entre sí por una de las 20 plazas del máster de profesorado ofertadas para su itinerario en Santiago. Mucho más fácil es el camino para los licenciados en Filología Clásica: los tres o cuatro alumnos egresados cada año optan igualmente a 20 plazas.

"El reparto de plazas por titulaciones se hace en función de las oposiciones, no de los titulados", argumenta Xulio Rodríguez, coordinador del máster de profesorado en la Universidade de Santiago. Distinta es la versión de la Consellería de Educación, encargada de fijar las 650 plazas del máster para las tres universidades gallegas. El departamento de Jesús Vázquez alude "a las previsiones de matrícula" para justificar el reparto.

"Los que han conseguido plaza este año no protestan porque se saben privilegiados: han eliminado la mitad de la competencia en las oposiciones", señala el profesor Alfonso García Tobío, que imparte clase en el máster. Tanto él como su colega José Carlos Bermejo -catedrático de Historia Antigua, muy crítico con el proceso de Bolonia- ven en el reparto final de plazas -veinte por itinerario- "una decisión estrictamente burocrática". "Las universidades se repartieron las plazas como buenas hermanas", señala Juan Monterroso, decano de Historia, que reconoce que el resultado final no va acorde ni con el número de alumnos egresados ni con las salidas profesionales de cada título.

La facultad de Historia se puso en huelga por primera vez en marzo para manifestar su descontento con el máster, que echó a andar en enero con tres meses de retraso. Debía empezar en octubre, pero ese mes todavía se estaban organizando los cursos. Lo mismo sucedió en la Universidade de A Coruña: por esa época ni siquiera se había abierto el plazo de preinscripciones.

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