"La Xunta está muy burocratizada"

Presidente de la Confederación de Empresarios de Galicia entre 1982 y 1984, Emilio Pérez Nieto (Ourense, 1942) vuelve al primer plano de la actualidad de la mano de la Asociación Gallega de la Empresa Familiar, un grupo que aglutina a 47 compañías cuyas ventas en conjunto equivalen al 15% del Producto Interior Bruto gallego. Recién elegido nuevo presidente de este lobby empresarial, Pérez Nieto pide a la Xunta de Núñez Feijóo que establezca "reglas de juego claras y limpias", al tiempo que reclama "una mayor simplificación de los trámites administrativos". Como tantos otros, mide sus pa...

Presidente de la Confederación de Empresarios de Galicia entre 1982 y 1984, Emilio Pérez Nieto (Ourense, 1942) vuelve al primer plano de la actualidad de la mano de la Asociación Gallega de la Empresa Familiar, un grupo que aglutina a 47 compañías cuyas ventas en conjunto equivalen al 15% del Producto Interior Bruto gallego. Recién elegido nuevo presidente de este lobby empresarial, Pérez Nieto pide a la Xunta de Núñez Feijóo que establezca "reglas de juego claras y limpias", al tiempo que reclama "una mayor simplificación de los trámites administrativos". Como tantos otros, mide sus palabras al referirse al proceso de fusión de las cajas de ahorros, aunque enfatiza una idea clave: "Pase lo que pase, los centros de decisión no se pueden ir fuera de Galicia".

"El Impuesto de Sucesiones debe quedar suprimido en esta legislatura"

"Los centros de decisión de las cajas no se pueden ir fuera"

Pregunta. ¿Por qué un reto así, ahora, tras tantos años alejado de las patronales?

Respuesta. Realmente nunca me fui. Una cosa es estar en primera línea, como ahora, pero nunca perdí el vínculo. Siempre he creído en la participación de las patronales en la sociedad, porque los empresarios forman parte indisoluble de ella.

P. ¿Cuáles son sus principales retos en esta nueva etapa?

R. Fundamentalmente, desde la asociación nuestro objetivo es relanzar el papel de la empresa familiar como motor de desarrollo. Tenemos unas características muy determinadas. Por ejemplo, el vínculo entre la propiedad y la gestión, lo que hace que este tipo de empresas, por ejemplo, tarden más en morir, y lo hagan de una manera muy distinta a otras. Pero sobre todo destacaría que no es sencillo que una empresa familiar se deslocalice. Por ese mismo vínculo. Ésa es la gran diferencia.

P. ¿Parece que la patronal nació exclusivamente para luchar por la supresión del Impuesto de Sucesiones?

R. Tiene otros objetivos y fines, trazados en su día por el Instituto de la Empresa Familiar. Defendemos una determinada actitud de pertenencia a la sociedad. Y hay temas más amplios que nos preocupan y sobre los que trabajamos, como la reforma laboral o la situación fiscal en general. La del Impuesto de Sucesiones fue una guerra que se dio, por algo que incidía directamente en la competitividad de nuestras empresas en relación con otras.

P. ¿Qué le pediría al Gobierno de Núñez Feijóo?

R. A la Xunta le pido reglas de juego claras y limpias. También está sobre la mesa el compromiso de suprimir totalmente el Impuesto de Sucesiones en esta legislatura. Y la simplificación de los trámites administrativos en todo aquello que tiene que ver con la empresa. La Xunta está muy burocratizada, eso tiene que cambiar.

P. ¿Es partidario de la fusión de las cajas?

R. Lo digo a título personal, pero soy de los que piensan que el ahorro se debe canalizar desde Galicia. Y es importante que el centro de decisión de las cajas, sean una o dos, esté aquí. Han sido un elemento estratégico y dinamizador de la economía gallega en los últimos treinta años. No estoy a favor o en contra de la fusión, pero desde luego, no ha ido mal, sino todo lo contrario, con la concentración de cajas en la última década. No se puede olvidar que hace diez años había cuatro cajas y hoy hay dos. Por ejemplo, la integración de Caixa Ourense en lo que es hoy Caixanova conllevó una mayor eficiencia. Y eso es algo que no se puede negar.

P. ¿Cree que la caja única resolverá los problemas del tejido empresarial?

R. Es evidente que cuanta más competencia más eficiente es el mercado. Pero hay que tener en cuenta que las entidades de ahorro no son simples puntos de venta de utilities. Es tan importante la cercanía que representan como su potencial inversor.

P. ¿Qué problemas detecta ahora en la economía gallega?

R. Galicia, desde hace unos treinta años, tiene un empresariado eficiente, que se ha internacionalizado, ha abierto mercados por la vía de las exportaciones y se ha implantado en ellos (...) Somos un semillero de empresas que son un espejo para los demás. Somos una comunidad moderna, aunque cueste creerlo a veces, sobre todo por nuestra propia forma de ser.

P. ¿Pero hay desventajas frente a comunidades que parece saldrán antes de la crisis?

R. Creo que el planteamiento de que entramos más tarde en recesión pero también nos lleva más tiempo salir de ella no es del todo aplicable a nuestro modelo. Pero es indudable que hay problemas (...) Tienen mucho que ver con los flujos migratorios (...) Nuestras mejores cabezas, con los mejores expedientes universitarios, se van. Hay que hacer todo lo posible por retener ese talento. Debemos fomentar la educación superior (...) También convencer a esa juventud para que fomente la iniciativa privada, inculcar el fomento del riesgo.