Reportaje:

Palabras bajo la lluvia

Un paseo literario por La Rambla abre la semana del libro

"Amapola... Acaparar... Eficiencia... Egoísmo... Egocentrismo..." Un cúmulo de palabras leídas, casi susurradas, por 26 personajes de la cultura catalana y 26 colaboradores, cada uno a cargo de una letra del abecedario, salieron ayer del Ateneu Barcelonès, bajando por La Rambla hasta llegar a Arts Santa Mònica, para celebrar el inicio de la semana del libro que organiza este centro de exposiciones.

El rumor de las voces del periodista Josep Maria Cadena, el arquitecto Quim Larrea y la actriz Sílvia Bel, entre otros, se confundía con la lluvia que mojaba la arteria más emblemática de la ...

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"Amapola... Acaparar... Eficiencia... Egoísmo... Egocentrismo..." Un cúmulo de palabras leídas, casi susurradas, por 26 personajes de la cultura catalana y 26 colaboradores, cada uno a cargo de una letra del abecedario, salieron ayer del Ateneu Barcelonès, bajando por La Rambla hasta llegar a Arts Santa Mònica, para celebrar el inicio de la semana del libro que organiza este centro de exposiciones.

El rumor de las voces del periodista Josep Maria Cadena, el arquitecto Quim Larrea y la actriz Sílvia Bel, entre otros, se confundía con la lluvia que mojaba la arteria más emblemática de la capital catalana. Pero el agua no impidió que decenas de personas se unieran al Ramblaparaules, proyecto sonoro dirigido por Concha Jerez y José Iges que escenificó la puesta en marcha en voz alta de una biblioteca. "No me importa que se moje el libro. Ya se secará", comentaba el periodista argelino Salem Zenia, acogido al programa de escritores refugiados del PEN Català, quien eligió para leer su libro de cuentos Había una vez. La filóloga María Hernández, que descubrió recientemente los poemas inéditos de Quevedo, estaba leyendo el Diccionario Espasa de Alquimia: "La verdad es que me ha fastidiado que se me mojara el libro, porque los quiero mucho, pero creo que se puede arreglar".

El paseo literario finalizó en Santa Mònica con una "sección concierto", en la que la improvisación de voces, sonidos y palabras, transformados en directo a través de un programa informático, fue la protagonista. La coordinadora de la actuación, Magda Guillén, inició el espectáculo con un poema fonético de Joan Brossa. También interpretó el incomprensible Bronwyn N, que Juan Eduardo Cirlot escribió en un idioma inventado. Durante el desfile por La Rambla se invitó a los ciudadanos a unirse a la comitiva central y a leer del libro que eligieran alguna de sus páginas... mojadas.

Participantes en el desfile del Ramblaparaules leyendo bajo la lluvia.TEJEDERAS
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