Reportaje:

El agujero de la Setmana del Llibre

La 'excursión' a Sant Cugat dejó un déficit de 50.000 euros

La huida de la última edición de la Setmana del Llibre en Català a Sant Cugat del Vallès por diferencias de ubicación con el Ayuntamiento de Barcelona acarreó, amén de suspicacias de corte político (Sant Cugat es feudo de CiU), serias diferencias entre los organizadores, hasta el extremo de que los libreros abandonaron la comisión. Ahora, hechas las cuentas, habrá que añadirle el fiasco financiero: la excursión de marzo pasado a la capital del Vallès comportó un déficit oficial de más de 50.000 euros, según admite el presidente de la comisión organizadora, el editor Albert Pèlach. Sin e...

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La huida de la última edición de la Setmana del Llibre en Català a Sant Cugat del Vallès por diferencias de ubicación con el Ayuntamiento de Barcelona acarreó, amén de suspicacias de corte político (Sant Cugat es feudo de CiU), serias diferencias entre los organizadores, hasta el extremo de que los libreros abandonaron la comisión. Ahora, hechas las cuentas, habrá que añadirle el fiasco financiero: la excursión de marzo pasado a la capital del Vallès comportó un déficit oficial de más de 50.000 euros, según admite el presidente de la comisión organizadora, el editor Albert Pèlach. Sin embargo, otras fuentes de la organización de la Setmana, que piden el anonimato, elevan bastante más la cifra. "Si se miran bien los números puede llegar a doblarse el déficit o alcanzar los 125.000 euros; lo de Sant Cugat ha sido un fracaso absoluto y riguroso".

"La Setmana, de siempre, necesita más recursos de los que genera, es históricamente deficitaria", se escuda Pèlach, que admite que la opción de ir a Sant Cugat "comportaba unos riesgos". En esa línea, "se hizo un esfuerzo para mejorar el espacio [el entorno del monasterio] y se dividió la oferta en tres carpas, lo que elevó los gastos, si bien al invertir en instalaciones eso ya quedará para otros años", argumenta. A ello habría que añadir que la crisis se tradujo en que el patrocinio externo "no viniera como se previó". En cualquier caso, según Pèlach, "el déficit está dentro de lo asumible y ha servido para validar el cambio de modelo más festivo". Para el sector crítico, "algunos editores no veían bien la salida de Barcelona y eran partidarios de volver a les Drassanes, pero ni se les escuchó y, encima, se les exigió un descuento en los libros mayor que en otras ediciones". La gran preocupación de este grupo es "saber quién y cómo se asumirá este agujero porque la Asociación de Editores en Lengua Catalana cubre 25.000 euros y la Cámara del Libro, otros tantos, pero ¿y el resto?".

Bajo el nuevo formato (con novedades en la oferta de libros en vez del fondo editorial que la caracterizó y más actividades), la 28ª Setmana tendrá lugar del 10 al 19 de septiembre en el pasaje de los Til·lers, en la Ciutadella, arropando los fastos de la Diada del 11 de septiembre.

Algunos asistentes a la primera Setmana del Llibre celebrada en Sant Cugat, el mes de marzo pasado.
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