Los centros gallegos del extranjero exponen a Feijóo su temor a desaparecer

1Los 135 representantes de los centros gallegos del exterior dejaron ayer patente que, junto al voto en urna, su principal preocupación es evitar que se pierda el legado de sus antepasados. Y para lograrlo la Xunta propone en el borrador de la nueva ley de emigración "repensar la galleguidad": que deje de ser un sentimiento para buscar su utilidad desde el punto de vista cultural, económico, y social. Es decir, crear un lobby gallego que permita atraer a los jóvenes y ganar peso en el mundo, algo que no convence a la colectividad.

"Eso no es más que filosofía", apuntó uno de los ...

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1Los 135 representantes de los centros gallegos del exterior dejaron ayer patente que, junto al voto en urna, su principal preocupación es evitar que se pierda el legado de sus antepasados. Y para lograrlo la Xunta propone en el borrador de la nueva ley de emigración "repensar la galleguidad": que deje de ser un sentimiento para buscar su utilidad desde el punto de vista cultural, económico, y social. Es decir, crear un lobby gallego que permita atraer a los jóvenes y ganar peso en el mundo, algo que no convence a la colectividad.

"Eso no es más que filosofía", apuntó uno de los vocales del plenario, Manuel Rey García, presidente de la sociedad de Outes en Buenos Aires. En su opinión, no hay respuestas "concretas" para evitar la desaparición de los centros gallegos. Reconoce que no es fácil atraer a los nietos de emigrantes alejados ya de la cultura de sus antepasados, y ve el futuro muy complicado. Algo más optimista es Santiago Coelho, de Salvador de Bahía. Confía aún en mantener viva esa llama, y por eso, le enviará una carta a Feijóo con su propuesta. Pretende inculcar a los niños entre seis y doce años ese espíritu con un recorrido por la historia de la emigración.

Los tres días de debates en el Consello de Comunidades Gallegas dejaron patente que los centros del exterior o se modernizan o desaparecerán para siempre. El presidente del Consello da Cultura, Ramón Villares, también expuso su visión en ese plenario. "Los centros gallegos deben funcionar como antenas de Galicia, y no sólo entre emigrantes", afirmó luego en declaraciones a la Cadena SER. Cree que deben abrir sus puertas y prestar servicios educativos, turísticos o económicos. Más allá de repensar la galleguidad, como propone Feijóo, Villares opina que la clave es reconsiderar la función de esos centros para que no caigan en el olvido.

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