Montilla pide disculpas por la trama de corrupción de Santa Coloma

El presidente dice que el 'caso Pretoria' ha dañado las siglas y la imagen del PSC

José Montilla, presidente de la Generalitat, hizo ayer un gesto raramente visto en un político: pidió perdón a la ciudadanía por el escándalo de la trama de corrupción de Santa Coloma, que ha llevado a prisión al alcalde, Bartomeu Muñoz. Posiblemente, lo hizo en el aforo en el que se siente más a gusto: 1.800 alcaldes y concejales socialistas, reunidos ayer en la sexta convención de cargos municipales del Partit dels Socialistes (PSC). Con los ojos algo enrojecidos y en un discurso que apenas leyó, Montilla dibujó su esquema para que haya una regeneración de la vida política.

A un año d...

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José Montilla, presidente de la Generalitat, hizo ayer un gesto raramente visto en un político: pidió perdón a la ciudadanía por el escándalo de la trama de corrupción de Santa Coloma, que ha llevado a prisión al alcalde, Bartomeu Muñoz. Posiblemente, lo hizo en el aforo en el que se siente más a gusto: 1.800 alcaldes y concejales socialistas, reunidos ayer en la sexta convención de cargos municipales del Partit dels Socialistes (PSC). Con los ojos algo enrojecidos y en un discurso que apenas leyó, Montilla dibujó su esquema para que haya una regeneración de la vida política.

A un año de las elecciones, Montilla quiso dar un golpe de timón porque la corrupción está minando la moral de los tres socios del tripartito, que, según las encuestas, ya no suman mayoría. Y, la primera medida es devolverle el prestigio a la política, tener tolerancia cero con la corrupción y elevar el ánimo de su abatida militancia a la que el viernes ya envió un correo electrónico de complicidad. "El daño sobre las siglas del PSC y nuestra imagen es grave. Pido disculpas a todo el mundo: a los votantes y en especial a los ciudadanos de Santa Coloma", exclamó Montilla, en medio de una salva de aplausos, siguiendo el consejo que dio el martes tras el Consell Executiu el consejero Ernest Maragall partidario de pedir disculpas.

Los candidatos del PSC firmarán un 'contrato' ético con la ciudadanía

Reconocido el error, Montilla avivó el fuego cruzado que los socialistas mantienen con los convergentes al insistir en que su reacción ha sido más rápida que la de CDC pese a que los militantes encarcelados de uno y otro bando están en la misma situación: suspendidos temporalmente de militancia. Pero Montilla marcó distancias en lo esencial: los dirigentes de CDC no reniegan de su amistad con Lluís Prenafeta y Macià Alavedra y sostienen que hicieron sus negocios en actos privados. "Cuando un amigo se equivoca se le arropa pero el PSC no es un partido de amigos", dijo, y exigió a los suyos una conducta "intachable". "A los socialistas se les pide más que el cumplimiento de la ley", señaló. "La gente que vive de cobrar comisiones o evadir impuestos

[en alusión a Prenafeta y Alavedra] no tiene cabida en nuestro partido aunque no tengan cargo público".

Su plan es reforzar los mecanismos de control e impulsar reformas legales de las que hará bandera en otoño, de cara a las elecciones. Y en el ámbito del PSC los candidatos deberán firmar un contrato programa con la ciudadanía que sintonice con el código ético del partido. "Ese contrato garantizará la transparencia de sus ingresos, patrimonio e intereses, una agenda pública y explicará las razones que obligan a una persona a ocupar varios cargos para evitar la demagogia de los que quieren dar gato por liebre", señaló Montilla, dolido porque CDC acusara a su mujer, Anna Hernández, de tener una quincena de cargos.

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