Con la que está cayendo
Se está celebrando estos días en Barcelona la reunión preparatoria de la cumbre del clima a celebrar en Copenhague el próximo mes de diciembre.
Alrededor de mil delegados más ayudantes, asesores y traductores pasan de 3.000 ciudadanos de todo el mundo, alojados en hoteles de cuatro y cinco estrellas, comidas y cenas en restaurantes de lujo, espectáculos, cabarets y teatros, porque por las noches hay que distraer a sus señorías durante los siete días que duran estas jornadas.
Y todo esto para preparar las ponencias de la siguiente reunión de Copenhague, donde previsiblemente se ap...
Se está celebrando estos días en Barcelona la reunión preparatoria de la cumbre del clima a celebrar en Copenhague el próximo mes de diciembre.
Alrededor de mil delegados más ayudantes, asesores y traductores pasan de 3.000 ciudadanos de todo el mundo, alojados en hoteles de cuatro y cinco estrellas, comidas y cenas en restaurantes de lujo, espectáculos, cabarets y teatros, porque por las noches hay que distraer a sus señorías durante los siete días que duran estas jornadas.
Y todo esto para preparar las ponencias de la siguiente reunión de Copenhague, donde previsiblemente se aprobarán y después muchos países no las cumplirán, como ha ocurrido con la última cumbre.
¿Quién paga todo esto? Con la que nos está cayendo en todos los países industrializados, con el paro por las nubes y con un déficit de los países escandaloso, nadie entiende que simplemente para preparar las ponencias se tengan que reunir tantas señorías durante siete días en los mejores hoteles de Barcelona. Luego saldrá el director general del Banco de España recomendando que nos apretemos los cinturones o que retrasemos la jubilación.