Entrevista:GUILLERMO ECHENIQUE | Secretario general de Acción Exterior

"Las delegaciones sí harán política, pero de país, ajena a las politiquerías"

Guillermo Echenique expuso el pasado miércoles en el Parlamento las líneas maestras del trabajo que quiere desarrollar al frente de Acción Exterior, una secretaría que depende directamente del lehendakari.

Pregunta. ¿Qué encontró al llegar a su puesto?

Respuesta. Unos funcionarios muy cualificados, con un alto sentido de la institución, y poco más, porque mi predecesor [Iñaki Agirre], con el que no he estado, evitó un traspaso de poderes propiamente dicho.

P. Agirre se despidió enviando a las colectividades vascas una dura carta contra el Gobier...

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Guillermo Echenique expuso el pasado miércoles en el Parlamento las líneas maestras del trabajo que quiere desarrollar al frente de Acción Exterior, una secretaría que depende directamente del lehendakari.

Pregunta. ¿Qué encontró al llegar a su puesto?

Respuesta. Unos funcionarios muy cualificados, con un alto sentido de la institución, y poco más, porque mi predecesor [Iñaki Agirre], con el que no he estado, evitó un traspaso de poderes propiamente dicho.

P. Agirre se despidió enviando a las colectividades vascas una dura carta contra el Gobierno socialista. ¿Qué le pareció?.

R. No la voy a adjetivar. Es una carta que yo nunca hubiera escrito. La acción exterior, que por algo es una política del lehendakari y atañe a todo el Gobierno, exige proyectar sentido de país. Cuanto más alejada de mensajes partidistas, mejor. No está en la naturaleza del cargo escribir una carta de ese tono.

"Haremos de la acción exterior un instrumento para deslegitimar a ETA"
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"El despliegue en el exterior se había convertido en un fin en sí mismo"

P. ¿Percibió luego hostilidad en las Euskal Etxea?

R. Hemos estado en Reno, con las 45 de EEUU, y hemos encontrado unas ganas enormes de colaboración, un sentimiento hondo de lo vasco que queremos proteger y mucho conocimiento de lo que es la Euskadi moderna. Recibimos cartas muy afectuosas, y sólo hubo una, de Argentina, en un tono que no compartimos. Tres días después, los mismos firmantes enviaron una invitación muy cariñosa para la Semana Vasca. Vamos a fin de mes. No le damos más importancia. Se trata de personas que están a miles de kilómetros y sobre ellas se ha hecho desde aquí una proyección muy nacionalista de Euskadi. Nosotros daremos la visión plural, integradora, moderna y vanguardista, y haremos de la acción exterior un instrumento para deslegitimar a ETA en el mundo.

P. ¿Que se había hecho con respecto al terrorismo?

R. Ha estado obviado, no ha sido un leitmotiv de la acción exterior. Es fundamental transmitir que los vascos somos los que más odiamos a los terroristas, porque somos quienes más los padecemos. Si no proyectamos esto, quienes están lejos no estarán conociendo la Euskadi real actual.

P. ¿Encontró sobredimensionada la secretaría?

R. Quizá algo. Una de las tres direcciones tenía un solo funcionario y la hemos quitado, pero más importante es la filosofía que imperaba, incluso tomando muy poco en cuenta el parecer de los propios técnicos de la casa.

P. ¿En qué sentido?

R. Estaba centrada en lo identitario y lo simbólico, sin una dimensión de país, y guiada por una idea poco grande de la acción exterior, que es una política de primer nivel, del lehendakari, y debe ser ajena a las politiquerías.

P. ¿ En qué cuestiones concretas ha apreciado eso?

R. Por ejemplo, en Nueva York. Tiene enorme interés para el contacto con las agencias de la ONU, que ha de hacerse, porque no hay otro modo, a través de las embajadas. Los tres funcionarios de allí no habían tenido ni la más mínima relación con ninguna de ellas. Nosotros vamos a aprovechar todo el enorme potencial que tiene el Ministerio de Asuntos Exteriores y será en beneficio de Euskadi.

P. ¿Como era la relación con las embajadas?

R. Hubo conflicto donde debió haber cooperación. Conozco personalmente el caso del gabinete de una jefatura de Estado que consultó cómo obrar con el lehendakari Ibarretxe, porque les estaba poniendo en un aprieto con la Embajada de España. Actuar así sólo sirve para dejar una mala o extraña impresión por el mundo.

P. El PNV les ha achacado la intención de despojar de perfil político a las delegaciones.

R. Al contrario. Vamos a elevar su nivel político, quiero recalcarlo, pero en el sentido mencionado: haciendo política grande en lo cultural, lo económico, lo turístico, lo lingüístico... Una política de acción exterior de verdad, modelo de una región europea con un profundo autogobierno, descentralizada, pero con lealtad.

P. ¿La reducción del presupuesto de las delegaciones en un 37% obedece al ajuste por la crisis o a un balance descompensado de gastos y resultados?

R. A las dos cosas. Íbamos a un despliegue que era un fin en sí mismo. Para que se justifique una delegación deben confluir, además del interés económico general, varios elementos más: que haya colectividad vasca, destinatarios de ayuda al desarrollo o algún interés sectorial especial. Donde eso se dé, sí tiene sentido una delegación que coordine. Vamos a un esquema de grandes áreas, como en el caso de Europa, con una delegación potente en Bruselas, que crecerá cuando tengamos algún respiro presupuestario.

P. Han enfadado al PNV y no contentan al PP, que pedía el cierre de delegaciones.

R. No se cierran oficinas. Se agrupan varias en una delegación y no se reduce personal. Nos hemos quedado con nuestro proyecto, en la idea que ya teníamos y que es la que vamos a llevar a la práctica.

Guillermo Echenique posa en una de las terrazas de la sede de Presidencia.L. RICO

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