Protección de Datos investigará el abandono de fichas de ludópatas

Las autoridades de Protección de Datos y la Generalitat investigarán el abandono de miles de fichas de ludópatas en plena calle. En los documentos, hallados el martes en la calle de Urgell, aparecen el nombre, DNI y dirección de personas que solicitaron que les fuera prohibido el acceso a las salas. Los propietarios del Bingo Urgell cerraron el negocio hace un año; pero, en lugar de destruir las fichas -como establece la normativa-, las conservaron. Ahora podrían afrontar sanciones severas.

Los Mossos d'Esquadra fueron alertados por una vecina y levantaron acta de la irregularidad. El i...

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Las autoridades de Protección de Datos y la Generalitat investigarán el abandono de miles de fichas de ludópatas en plena calle. En los documentos, hallados el martes en la calle de Urgell, aparecen el nombre, DNI y dirección de personas que solicitaron que les fuera prohibido el acceso a las salas. Los propietarios del Bingo Urgell cerraron el negocio hace un año; pero, en lugar de destruir las fichas -como establece la normativa-, las conservaron. Ahora podrían afrontar sanciones severas.

Los Mossos d'Esquadra fueron alertados por una vecina y levantaron acta de la irregularidad. El informe policial será entregado a la Dirección General de Juego y Espectáculos, que abrirá un expediente informativo para aclarar si los dueños han vulnerado preceptos del reglamento de bingos.

La investigación principal, sin embargo, pasa por constatar si se ha vulnerado la Ley de Protección de Datos. Todo hace pensar que sí. Los bingos están obligados a solicitar datos personales a sus clientes para comprobar que son mayores de edad y que no aparecen en la lista de prohibidos. Pero una vez recopilados, tienen el "deber de custodia y de confidencialidad". Cuando el negocio cierra, como en este caso, "se han de destruir los documentos", señaló un portavoz de la Agencia Catalana de Protección de Datos. Su directora, Esther Mitjans, avanzó que las fichas contienen datos de salud y que, por tanto, podría constituir una infracción grave, castigada con hasta 300.000 euros de multa.

Al tratarse de una empresa privada, la agencia catalana traspasará la investigación a la estatal.

El Bingo Urgell perteneció al Gremio Catalán de Bingos hasta hace un año. El sector anda renquenante: cada año cierran media docena de salas y quedan 50 activas. En el local se abrirá un restaurante chino. Los nuevos propietarios lo están reformando y el martes, sin más, abandonaron aquellos papeles inútiles en la calle.

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