No disparen sobre el rockero

Sabemos que Martina ha leído El guardián en el centeno. La novela de Belén Gopegui tiene bastante del calado conmovedor que Salinger volcó en su novela capital. Pero no tiene su empeño satírico. No lo necesitaba. Si Holden Caulfield tiene 17 años, la heroína de Gopegui tiene un año menos. Los dos relatos están escritos en primera persona. Y los dos reproducen el lenguaje exacto de su adolescencia. Además Martina, como Holden, tiene a alguien a quien llorar en silencio. Holden a su hermano menor Allie y Martina a Lucas, el padre de su amiga Verónica. En cierta manera Allie y Lucas encarn...

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Sabemos que Martina ha leído El guardián en el centeno. La novela de Belén Gopegui tiene bastante del calado conmovedor que Salinger volcó en su novela capital. Pero no tiene su empeño satírico. No lo necesitaba. Si Holden Caulfield tiene 17 años, la heroína de Gopegui tiene un año menos. Los dos relatos están escritos en primera persona. Y los dos reproducen el lenguaje exacto de su adolescencia. Además Martina, como Holden, tiene a alguien a quien llorar en silencio. Holden a su hermano menor Allie y Martina a Lucas, el padre de su amiga Verónica. En cierta manera Allie y Lucas encarnan ese duelo del corazón que a un adolescente iracundo lo puede postrar en la desorientación o salvarlo del naufragio. No sé si el lector recuerda que el asesino de John Lennon confesó que la lectura de la novela de Salinger inspiró su absurdo crimen. No sé si Martina conoce este trágico detalle. Pero intuimos que ella nunca disparará al rockero.

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