La oposición culpa a Hereu de carecer de modelo de ciudad

Con argumentos diferentes, los tres partidos de la oposición del Ayuntamiento de Barcelona consideran que el gobierno del alcalde, Jordi Hereu, al llegar al ecuador del mandato tiene bastantes debilidades: carece de un modelo de ciudad, tiene falta de liderazgo y está sometido a los gobiernos de la Generalitat y central porque son del mismo color. Todo ello, afirman, perjudica a la ciudad y a los barceloneses y genera desafección a la política. Y otra crítica: exceso de campañas de imagen.

Para el convergente Xavier Trias, el cuadro del gobierno de Hereu es tan negativo que a él ya le v...

Con argumentos diferentes, los tres partidos de la oposición del Ayuntamiento de Barcelona consideran que el gobierno del alcalde, Jordi Hereu, al llegar al ecuador del mandato tiene bastantes debilidades: carece de un modelo de ciudad, tiene falta de liderazgo y está sometido a los gobiernos de la Generalitat y central porque son del mismo color. Todo ello, afirman, perjudica a la ciudad y a los barceloneses y genera desafección a la política. Y otra crítica: exceso de campañas de imagen.

Para el convergente Xavier Trias, el cuadro del gobierno de Hereu es tan negativo que a él ya le va bien. "Los socialistas confunden el partido con el gobierno de la ciudad y siguen actuando como si tuvieran mayoría. Olvidan el día a día, hacen grandes anuncios, como la reforma de la Diagonal, y se gastan el dinero en campañas en vez de dedicarlo a lo que hace falta". Sólo hace cierta concesión a la política de atención social y se queja de que Hereu no sea más exigente con los gobiernos de José Montilla y José Luis Rodríguez Zapatero. El líder de las filas del Partido Popular en el Consistorio, Alberto Fernández Díaz, responsabiliza al alcalde de que la financiación municipal no sea mejor "por no molestar a sus amigos".

Los partidos de la oposición critican el gasto en campañas de imagen

Convergentes y populares son muy críticos con la política municipal en dos puntos: seguridad y control del espacio público. "No sirve hacer ordenanzas y normativas que luego no se cumplen", apunta Fernández Díaz. La venta ambulante en el paseo de Gràcia, en el frente marítimo, La Rambla y la prostitución callejera deberían combatirse con más presencia policial, opina el dirigente popular. Fernández Díaz cree que la ciudad funciona por inercia de la maquinaria, no por tener un rumbo político: "el desacuerdo alcanza, incluso, a los propios socios de gobierno, lo que hace inviable definir algunos proyectos de ciudad". Pone como ejemplo el Centre per la Pau de Montjuïc que Hereu logró sacar adelante con el apoyo del Partido Popular, única formación que está a favor de la presencia del Ministerio de Defensa en el organismo. "Es una cuestión de sentido de Estado", argumenta Fernández Díaz.

El presidente de Esquerra Republicana en el Consistorio, Jordi Portabella, otrora socio de Hereu, tiene muy asumido el papel de oposición preferente, ya que sus votos le han servido al alcalde para aprobar la columna vertebral de la acción de gobierno: el Programa de Actuación Municipal (PAM) y, sobre todo, los presupuestos. Defiende algunas de las políticas municipales: "Gomá

[Ricard Gomá, el edil responsable de la atención social] lo hace bien, aunque hace ver que tiene más dinero del que tiene". Portabella califica de "imprecisa" la política de Hereu por falta de modelo. "Es puramente coyuntural, pueden pactar los nuevos Encants con CiU a cambio de edificar más, algo con lo que nosotros no estamos de acuerdo y, por otra parte, dejan al socaire de las plusvalías del terreno transformaciones tan importantes como la Sagrera", critica. En algo se tiene que notar que el líder republicano tiene más afinidades con el bipartito. Así, ve bien la decisión de transformar los antiguos pabellones de Sant Pau y el impulso del Campus Interuniversitario del Besòs: "Eso sí, sin una financiación resuelta y sin presupuesto definido. Todo es a muy largo plazo".