Cartas al director

Sin violencia

Las declaraciones repetidas de miembros de la Iglesia católica que justifican la violencia sexual contra las mujeres o banalizan el abuso sexual de menores son indignantes y una clara agresión no sólo contra nosotras, las mujeres y niñas que hemos (sobre)vivido la violencia sexual, sino contra todas las mujeres y niñas.

Tener que aguantar estas agresiones por parte de miembros de una institución que tolera, fomenta e incluso ejerce la violencia contra nosotras es insoportable. La violencia sexual contra las mujeres y el abuso sexual de menores constituyen una clara vulneración de los de...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Las declaraciones repetidas de miembros de la Iglesia católica que justifican la violencia sexual contra las mujeres o banalizan el abuso sexual de menores son indignantes y una clara agresión no sólo contra nosotras, las mujeres y niñas que hemos (sobre)vivido la violencia sexual, sino contra todas las mujeres y niñas.

Tener que aguantar estas agresiones por parte de miembros de una institución que tolera, fomenta e incluso ejerce la violencia contra nosotras es insoportable. La violencia sexual contra las mujeres y el abuso sexual de menores constituyen una clara vulneración de los derechos humanos para la cual no existe ninguna justificación. No obstante, esta pandemia persiste debido a una cultura globalizada de discriminación contra las mujeres, fomentada muchas veces por la Iglesia católica. Lo que estos señores interpretan como una diversión obligada durante unos minutos es un atentado contra nuestra libertad, nuestra dignidad y nuestra integridad física, emocional y espiritual, la superación del cual implica un esfuerzo personal tremendo.

Lo más decepcionante es que una gran parte de la comunidad católica todavía tolera estas agresiones verbales a unas autoridades eclesiásticas que tienen la costumbre de imponer en vez de representar.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En