Los vídeos estaban en su sitio

Estaban donde tenían que estar. La Audiencia de Sevilla localizó ayer por la mañana las grabaciones de vídeo con las pruebas de un caso de corrupción de menores cuyo juicio tuvo que aplazarse el lunes por el extravío de las imágenes. Aunque en un principio se temió incluso que hubieran sido destruidas, el material estaba en la oficina del depósito judicial de piezas de convicción del Decanato de Sevilla, "debidamente custodiadas", según informó ayer el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA).

El origen del extravío apunta a un error humano, ya que el Decanato remitió a la Audi...

Estaban donde tenían que estar. La Audiencia de Sevilla localizó ayer por la mañana las grabaciones de vídeo con las pruebas de un caso de corrupción de menores cuyo juicio tuvo que aplazarse el lunes por el extravío de las imágenes. Aunque en un principio se temió incluso que hubieran sido destruidas, el material estaba en la oficina del depósito judicial de piezas de convicción del Decanato de Sevilla, "debidamente custodiadas", según informó ayer el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA).

El origen del extravío apunta a un error humano, ya que el Decanato remitió a la Audiencia las pruebas del caso que se iba a juzgar, pero se dejó olvidado uno de los tres paquetes con material, el que contenía los 29 vídeos y varios DVD. Las imágenes, supuestamente, recogen los encuentros sexuales entre una joven de 16 años y los cuatro acusados, una mujer y tres hombres de entre 53 y 60 años.

En un comunicado, el TSJA señala que las pruebas no estaban físicamente en la Audiencia provincial, "aunque sí a disposición de dicho órgano judicial". Según el alto tribunal andaluz, el error "no ha producido ningún perjuicio para el procedimiento". El juicio comenzó a celebrarse el lunes a puerta cerrada, pero se aplazó para pedir al Decanato que localizara las pruebas y las trasladara a la Audiencia provincial. La vista se reanudará, previsiblemente, entre el 22 y el 25 de junio.

Según señaló el lunes la Fiscalía, las cintas y los DVD contienen varias de las principales pruebas del delito. Las imágenes las grabó, supuestamente, el principal implicado I. T. C., de 54 años, que está acusado de haber pagado con dinero y regalos a la víctima para que mantuviera relaciones con él y con los otros tres procesados. Además, supuestamente, le compró un ordenador y una cámara web, a través del cual, la joven mantenía con él conversaciones de contenido sexual e incluso llegó a desnudarse ante la cámara en "incontables ocasiones" para hacer todo lo que I. T. C. le iba pidiendo.