Bolivia festeja dividida la independencia

El presidente, Evo Morales, y los gobernadores opositores celebran en actos paralelos el bicentenario del primer "grito libertario" en Latinoamérica

Bolivia celebró ayer dividida el bicentenario del primer grito de independencia del continente americano, proclamado el 25 de mayo de 1809 en Chuquisaca. En ese departamento, bajo el mismo cielo de azul intenso y un sol abrasador, el Gobierno y las autoridades regionales opositoras organizaron actos paralelos: el presidente, Evo Morales, acudió a El Villar, un pequeño pueblo que fue cuna de la heroína de la independencia Juana Azurduy de Padilla. Y la prefecta [gobernadora] de Chuquisaca, la también indígena Sabina Cuéllar, celebró los festejos en Sucre, la capital boliviana, escoltada por el ...

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Bolivia celebró ayer dividida el bicentenario del primer grito de independencia del continente americano, proclamado el 25 de mayo de 1809 en Chuquisaca. En ese departamento, bajo el mismo cielo de azul intenso y un sol abrasador, el Gobierno y las autoridades regionales opositoras organizaron actos paralelos: el presidente, Evo Morales, acudió a El Villar, un pequeño pueblo que fue cuna de la heroína de la independencia Juana Azurduy de Padilla. Y la prefecta [gobernadora] de Chuquisaca, la también indígena Sabina Cuéllar, celebró los festejos en Sucre, la capital boliviana, escoltada por el presidente del Senado y los prefectos y dirigentes cívicos de Santa Cruz, Beni y Tarija, regiones enfrentadas al oficialista Movimiento Al Socialismo (MAS).

Morales homenajeó a los indígenas que se levantaron contra el dominio español

Hubo, sin embargo, un punto de unión: la manifestación de campesinos e indígenas afines al MAS que decidieron unirse a los festejos de Sucre en expresión de unidad, y que fueron acogidos en la ciudad con grandes aplausos.

Pese a ello, el bicentenario del "grito libertario", el primero en América Latina y que concluyó, 16 años más tarde, en Sucre, en la proclamación de la independencia de Bolivia, encuentra a este país sumido en la polarización. No solamente es la dualidad campo-ciudad, sino el desencuentro ideológico entre el Gobierno y sus bastiones de apoyo, en el altiplano occidental, y las regiones orientales, motor económico del país.

Era la primera vez que El Villar recibía la visita de un presidente de la República, que estuvo acompañado por ministros, embajadores y la cúpula castrense y policial. Morales rindió homenaje a las generaciones de indígenas que se levantaron contra el dominio español, especialmente a partir de 1780, con la insurrección de los katari y los amaru. "Las primeras rebeliones fueron encabezadas por el movimiento indígena originario", señaló. "Ninguna colonización, eso fue una invasión al territorio". Morales recordó a los hombres que lucharon "durante la República hasta el neoliberalismo" para conseguir la igualdad y la libertad.

En Sucre, ciudad que luce el impecable blanco en sus fachadas, el homenaje se desarrolló en la plaza de Armas, frente a la Casa de la Libertad, que guarda la declaración de independencia. Allí se recordó a la pléyade de intelectuales que, desde la Universidad de San Francisco Xavier, propagaron las ideas de la libertad e igualdad a otras regiones y que dieron paso, en los siguientes años, a la proclamación de las repúblicas americanas.

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Manifestación indígena contra la discriminación racial celebrada el domingo en Sucre.REUTERS

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