El TSJ permite los derribos de edificios que Salvem el Cabanyal logró paralizar

Una de las barreras que la plataforma Salvem el Cabanyal había conseguido levantar contra el proyecto del Ayuntamiento de Valencia, que preside Rita Barberá, de prolongar la avenida de Blasco Ibáñez a través del núcleo histórico del antiguo barrio de pescadores, ha sido derribada por el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) valenciano. En un fallo con fecha del pasado 24 de abril que fue dado a conocer ayer, el tribunal acepta los recursos del Ayuntamiento y de la empresa pública Aumsa contra una sentencia del juzgado de lo Contencioso número 2 de Valencia que mantenía suspendidas una docena de ...

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Una de las barreras que la plataforma Salvem el Cabanyal había conseguido levantar contra el proyecto del Ayuntamiento de Valencia, que preside Rita Barberá, de prolongar la avenida de Blasco Ibáñez a través del núcleo histórico del antiguo barrio de pescadores, ha sido derribada por el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) valenciano. En un fallo con fecha del pasado 24 de abril que fue dado a conocer ayer, el tribunal acepta los recursos del Ayuntamiento y de la empresa pública Aumsa contra una sentencia del juzgado de lo Contencioso número 2 de Valencia que mantenía suspendidas una docena de licencias de derribo en el área afectada por el proyecto de prolongación.

En lo esencial, el fallo del TSJ sostiene que el fondo del asunto ya fue juzgado y resuelto por el Tribunal Supremo a favor del Ayuntamiento y que no puede volver a ponerse en duda, cada vez que se plantea una iniciativa en ejecución de aquella sentencia, si se impone la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC), que protege una zona del centro histórico de El Cabanyal, sobre el Plan Especial de Protección y Reforma Interior (PEPRI) que prevé el trazado de la avenida y la reordenación del barrio.

El Ayuntamiento de Valencia, al informar sobre la sentencia, resaltó ayer que el TSJ le da la razón al señalar que el otorgamiento de licencias de demolición "no es más que un acto que da cumplimiento estricto a las previsiones del planeamiento". Por su parte, Salvem el Cabanyal señaló que, pese a los "malos derroteros jurídicos", sigue dispuesta a "dar la batalla" porque sus reivindicaciones siguen "totalmente vivas". La plataforma ciudadana puntualizó que el Ayuntamiento sólo podrá derribar aquellas casas que ha comprado y que, según sus cálculos, después de 11 años de conflicto, oscilan "entre un 12% y un 15%" de las que prevé demoler el proyecto de prolongación de la avenida partiendo el barrio.

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